Al igual que la alegría o la tristeza, el arrepentimiento es un sentimiento natural entre los seres humanos. Los expertos en psicología y en el conocimiento del estado anímico y emocional se han posicionado sobre este concepto, como es el caso de Landman, quien establece sobre el sentimiento de arrepentimiento aquella sensación similar a la pena o al pesar:
"El arrepentimiento es un estado emocional y cognitivo de mayor o menor dolor, de sentimiento de pena por la mala suerte, las limitaciones, las pérdidas, las transgresiones o los errores".
Sentirse arrepentido, una sensación íntima y social
Resulta difícil encontrar a alguien que asegure que nunca se ha arrepentido de nada de lo que ha hecho en su vida, y que no cambiaría nada de lo que le ha pasado. Lo cierto, es que la mayoría cambiaría algunas cosas que le han pasado en su vida o les gustaría volverlas a vivir para poder actuar de otra manera a como lo hicieron.
Sin embargo, las personas no disponemos de una máquina del tiempo que nos permita volver al pasado para rectificar aquello que hicimos mal. Tenemos que conformarnos con vivir el día a día y cada momento de nuestra vida, siendo conscientes de que todos los humanos cometemos errores, en esto trasciende el sentimiento de arrepentimiento, en ese pesar por el daño hecho o causado a otra persona y que produce un fuerte dolor íntimo, un dolor que es muy social, tal y como apuntó Jose Antonio Marina en el Diccionario de los Sentimientos.
Consejos para superar el arrepentimiento y no quedarse anclado en él
Vivir con el sentimiento de arrepentimiento de forma constante es una situación que no nos beneficia desde el punto de vista emocional. Por ello, y con el objetivo de que no agravemos aun más este estado anímico basado en el cansancio emocional, te damos algunas pautas que te ayudarán a superar el arrepentimiento para que no te quedes anclado en él.
1. Busca la razón que lo causa
Para superar el arrepentimiento, el primer paso que debemos dar es buscar la verdadera causa que ha generado ese sentimiento de culpa. Por ello, es importante discernir si ese arrepentimiento está generado por nosotros mismos o, si por el contrario, es algo ajeno a nosotros. Una vez identificada la causa del arrepentimiento, puedes buscar el consejo de alguien cercano o, simplemente, tratar de visualizar el consejo que te daría una persona que te quiere y en la que confías al cien por cien.
2. Evalúa la gravedad de tus errores
Las personas tenemos cierta tendencia a magnificar todo lo que nos pasa, tanto las cosas positivas como las cosas más negativas o los propios errores. Ahora que has identificado la causa que genera ese arrepentimiento en ti, ha llegado la hora de evaluar la gravedad del mismo. Sólo evaluando la gravedad de tus faltas y errores, podrás comprender si éstas son o no proporcionales a la intensidad de tus emociones. Si la gravedad de este error no tiene la magnitud que esperabas, ahora ha llegado el momento de relativizar, de comprender que aunque has errado, esa equivocación no puede causarte un sentimiento de remordimiento infinito.
3. Perdónate
Al igual que aprendemos a perdonar a los demás, es vital el hecho de aprender también a hacer las paces con nosotros mismos. Y es que, perdonarse a uno mismo supone toda una liberación, pero además, contribuye a que podamos despegarnos de los acontecimientos y verlo todo desde un punto de vista mucho más objetivo. Piensa en esto, si la vida no te guarda rencor ¿por qué debes entonces guardarte rencor a ti mismo? Libérate del arrepentimiento, alíviate, y empieza a vivir sin culpas.
4. Aprende de los errores
Una vez que consigas tu propio perdón, ha llegado el momento de sacar una lección positiva de esos errores que cometiste en el pasado. De esta forma, comprenderás el incalculable valor que tienen las equivocaciones.
Fuentes consultadas:
- Marina, J. A., & Penas, M. L. (1999). Diccionario de los sentimientos. Barcelona: Anagrama.