¿Sientes que a lo largo de tu vida te has convertido en tu peor enemigo? ¡Stop! La sociedad en la que vivimos nos impone un modelo de perfección que, en realidad, no es real. Y una vez que entramos en el bucle de buscar esa perfección que la sociedad nos impone, nos resulta muy difícil salir de esta situación. Así es como dañamos nuestra autoestima vamos dejándonos a un lado, acabamos por castigarnos cuando las cosas no funcionan y sentimos que lo que hacemos no nos llena. Si esta es tu situación, ha llegado la hora de cambiar la perspectiva. Esto quiere decir que es el momento perfecto para hacer las paces contigo mismo.
Querernos más, pero también mejor
Quererse a uno mismo es sinónimo de darse otra oportunidad, una oportunidad para descubrir todo el potencial y la grandeza que cada uno de nosotros llevamos en nuestro interior. Quererse a uno mismo significa también ser honestos con nuestro yo, pero también implica hacer las paces con uno mismo, y comprometernos a empezar a amarnos y respetarnos por ser quienes somos.
No hay que olvidar que el amor propio y la autoestima son dos elementos esenciales para alcanzar el bienestar emocional, para llevar una vida plena que nos satisfaga al cien por cien, y por lo tanto, para alcanzar la felicidad, y frustrándonos en muchos casos, en la consecución de la misma.
¿Cómo volver a hacer las paces contigo mismo?
Hacer las paces contigo mismo significa que recuperamos ese amor que nos tenemos, que iniciamos un camino hacia el autoconocimiento y que, por fin, nos aceptamos a nosotros mismos con nuestros defectos y nuestras virtudes, con nuestros errores y con nuestros aciertos.
Y es que vivimos en un mundo que está repleto de mensajes que promueven el malestar con nosotros mismos, mensajes cargados de expectativas que hacen que nos olvidemos de lo que nos llena, o simplemente de lo importante: de estar bien con nosotros mismos. Estos mensajes nos muestran vidas imposibles que nada, o muy poco, tienen que ver con la vida que nos ha tocado vivir a nosotros. Haz las paces contigo mismo y empezarás a ver la vida de otro color:
1. Deja marchar la culpa
Los sentimientos de culpa, así como la ira o la vergüenza, son lastres que nos impiden hacer las paces con nosotros mismos y comenzar a valorarnos como nos merecemos.
2. Fuera egos
Otra de las claves que te permitirán hacer las paces contigo mismo es empezar a quererte más para luego querer así al resto. Es comprender que tú formas parte de algo mucho más grande que tú mismo, estás dentro de una inmensa sociedad en la que eres un grano de arena dentro de un montón. Toma plena conciencia del mundo en el que vives, y comprende que, además de ser un ente individual, formas parte de un gran ente colectivo que también te necesita.
3. Deshazte de creencias limitantes
Las creencias limitantes que aprendemos a lo largo de nuestra vida son uno de los grandes lastres para nuestra realización personal. Es conveniente deshacerse de muchas de estas creencias y empezar a cuestionarse más las cosas que suceden a nuestro alrededor.
4. Deja de compararte con los demás
El compararse con los demás es una de las acciones que más dañan nuestra autoestima, sobre todo, al comprobar que no somos como aquellos con los que nos comparamos. Compararse es, por lo tanto, una manera gratuita de hacerse daño y de enemistarse con uno mismo.
Cuando te liberes de esa gran carga, dejes de culparte y de compararte con los demás, te reconciliarás contigo mismo y empezarás a sacar tu verdadera esencia.
5. No pretendas ser lo que no eres
Sin duda, uno de los motivos por los que probablemente te peleaste contigo mismo, es porque pretendiste ser lo que no podías ser, y al darte cuenta de que no conseguiste tu objetivo, caíste en una profunda frustración contigo mismo. Evita ser aquello que realmente no eres, ni aspires a cosas que, de antemano, sabes que no podrás conseguir. Este es un paso fundamental para hacer las paces contigo mismo y no dañar tu autoestima.