Entre uno de los trastornos de personalidad más graves que puede sufrir una persona podemos encontrar el trastorno límite de la personalidad (TLP). También es conocido por el nombre de borderline y se caracteriza principalmente por una conducta cambiante, un estado de ánimo inestable y dificultad en las relaciones sociales de la persona afectada.
Las causas del trastorno límite de personalidad
El entorno y los factores biológicos son los principales precursores de este trastorno límite de la personalidad, por lo que debemos tener en cuenta ambos puntos antes de establecer una causa clara. Aún así, es complicado definir las causas concretas que dan lugar a que una persona padezca el trastorno límite de la personalidad y dar con ella, en ocasiones es complicado. Cada persona es un mundo, y ni qué decir de su contexto. Esto es lo que lo complica todo un poquito más hasta tener un diagnóstico psicológico determinado.
La mezcla de ambos factores son los que producen este trastorno. Así, podríamos decir que la tendencia biológica a reaccionar intensamente en el plano emocional junto con un entorno paternal en el que se restringen las emociones negativas y mostrando desaprobación con la persona en cuestión.
Los traumas infantiles también son uno de los causantes del TLP, como los malos tratos, el abuso de sustancias de los padres o el abuso sexual también pueden llevar a que un niño desarrolle este trastorno.
¿Qué signos muestran las personas con trastorno límite de personalidad?
El hecho de identificar a una persona con este trastorno trastorno límite de la personalidad, como decimos no siempre es sencillo, sin embargo, comparten unas características que pueden ayudarnos a saber si una persona sufre o no el trastorno límite de personalidad. Lo más habitual es que sean personas que son muy radicales, o muy positivos o muy negativos. Y esto es lo que hace que sus emociones sean tan intensas.
Además, al tener dificultades para expresar las emociones negativas y vivirlas con tanta intensidad, suelen buscar vías de escape, por lo que algunas adicciones o la bulimia, forman parte habitual de la vida de estas personas. Y es que, evadirse comiendo o tomando sustancias es algo que suele ser habitual entre las personas que se encuentran muy mal.
Los principales síntomas
- Tendencia a abusar de sustancias como el alcohol, las drogas o los atracones de comida. También suelen presentar casos de depresión y distimia entre otros.
- Alta tendencia a tener ideas suicidas. De hecho, un porcentaje de estas personas muere a causa del suicidio.
- Reacciones desproporcionadas a causa de la intensidad con la que sienten sus emociones.
- Idea inestable de ellos mismos, lo que lleva a menudo a sufrir crisis de valores.
- Se dejan llevar a menudo por su ira, son personas por lo general intranquilas.
- Tienen la sensación de no encontrar su sitio en el mundo.
- Suelen tener relaciones personales inestables.
Cómo tratar el trastorno límite de personalidad
Se trata de uno de los trastornos más severos, como ya hemos mencionado al principio, es por eso que la terapia para el trastorno límite de personalidad es esencial . De hecho, al ser un trastorno grave, la terapia ha estado muy estudiado y se ha encontrado un tratamiento que resulta muy eficaz.
La terapia dialéctica de la conducta del TLP es el tratamiento más efectivo. Se trata de una terapia que consiste en asumir, en primer lugar que se tiene ese trastorno, para luego pasar a técnicas de gestión emocional, y trabajar poco a poco dicha intensidad.
En realidad, a cada persona le vendrá bien una terapia u otra. Lo más acertado es dar con un profesional que dé con la terapia para el TLP más adecuada para el paciente en cuestión, y poder trabajar los puntos más fuertes que cada persona necesita para una mayor estabilidad emocional que se conseguiría de manera progresiva.
Otra parte importante del tratamiento del TLP es la medicación, pues mediante fármacos se pueden controlar ciertas consecuencias del trastorno límite de personalidad, como pueden ser los ataques de ira y otros actos impulsivos que suelen traer fatales consecuencias. Así, la terapia combinada de psicoterapia junto con medicación, podrá hacer que el paciente mejore considerablemente su calidad de vida.
