Todos tenemos una forma de ser y unos principios y valores que no harán falta modificar. Muchas personas piensan que ellas son así y que las personas no cambian, pero la verdad es que todos podemos cambiar si así lo queremos, y crecer como persona implica realizar unos cambios que nos serán de lo más efectivos.
No debemos perder de vista nuestro objetivo a la hora de realizar ciertos cambios a mejor, que es ser más felices. A veces, no sabemos gestionar bien nuestras emociones y aprender a hacerlo forma parte de nuestra etapa de cambio. Lo cierto es que, aprender más cosas y saber ser felices es un trabajo de fondo, por lo que saber que has cambiado como persona será un primer paso para darte cuenta de que por fin has conseguido vivir más plenamente y que te sientes tú más que nunca.
Y es que, los miedos, los dramas y las envidias saben cómo destruir nuestra vida. Si trabajamos en nuestro desarrollo personal podemos conseguir ese cambio que tanto queremos. No estamos perdiendo nuestra esencia ni nuestra personalidad, estamos conociéndonos más y potenciando nuestras mejores cualidades para ser mejores personas y conseguir disfrutar de la vida.
Cómo saber si has cambiado 4 pasos
¿Quieres saber si tu trabajo de desarrollo personal está surgiendo efecto y has cambiado? Presta atención a estas circunstancias.
Te conoces mejor
Las personas aprenden a cambiar cuando se conocen mejor. Saben cómo les van a sentar cosas y qué es lo mejor para ellas. Muchas veces nos engañamos dejándonos llevar solo por nuestro corazón, sin embargo, si empezamos a conocernos mejor sabremos exactamente qué es lo que tenemos que hacer para ser más felices y sin lugar a dudas nuestra autoestima aumentará. Al tan sencillo como conocerse a uno mismo es fundamental para ser felices, por eso, realizar ejercicios de introspección, pensar en cómo somos y en cómo nos sientan las cosas dará sus frutos hacia un cambio favorable.
Te caes mejor
Uno de los principales problemas que encontramos cuando queremos ser felices y no podemos es que no nos caemos bien. No nos gustamos, solo vemos nuestros defectos, no comparamos como los peores jueces y ese machaque nos puede llevar a trastornos de ansiedad o incluso a una depresión. Por ello, aprender a querernos a nosotros mismos es el primer paso para un cambio de lo más favorable en nuestras vidas. Y es que, si no nos caemos bien, rara vez conseguiremos caer bien a los demás. Cuanto más nos queramos y más nos gustemos, más nos querrán los demás. Quererte significa sacar tu lado bueno, enseñárselo al mundo y disfrutar de él. Si notas que lo sacas cada vez más, entonces será que has cambiado como persona y que te sientes bien contigo mismo.
Exiges lo que te mereces
Conformarse con migajas ya pasó a la historia, y no quieres los restos de amores que solo te buscan cuando les conviene o de amistades interesadas. Ya no eres una persona comodín, que está ahí para todo y nadie para él. Buscas relaciones verdaderas, en las que te valoren tanto y como tú sabes que vales. No importa dejar pasar a esa persona, si esa persona es mala para ti o no te trata como te mereces. Ahora solo buscas lo mejor.
Tienes sueños y metas
Ahora apuestas por ti, por lo que resulta mucho más fácil encontrar esos sueños que siempre han andado escondiendo. ¿Recuerdas cuando no te presentabas a ese examen porque no te creías capaz de aprobar? Esos tiempos pasaron y apuestas por ti. Tienes la motivación para trabajar en lo que quieres e incluso para acercarte a esa persona que te gusta sin miedo a que te rechace. En cuanto cambiamos como personas adquirimos confianza, y esa confianza nos da la fuerza para conseguir lograr esas metas que siempre hemos ansiado. Soñamos y estamos vivos, intentamos las cosas, estamos despiertos y no dudamos en insistir.