Si has llegado hasta aquí es porque tú también te has formulado la siguiente pregunta: ¿soy una persona racional o soy una persona emocional? ¿Cómo podemos saber qué es lo que más domina en nosotros la razón o la emoción? Así un largo número de cuestiones pueden aparecer sobre nuestra mente. Pero no pasa nada, porque desde Refugio del Alma vamos a dar con la clave para encontrar las respuestas que buscamos.
Antes que nada, es importante definir qué es la personalidad racional, cómo se manifiesta qué actitudes son propias cuando la razón es nuestro principal lema. Pues bien, la personalidad racional es aquella que medita muy bien sus acciones, que acostumbra a analizar lo que hace, especialmente cuando se trata de tomar una decisión, pues procura que sea lo más adecuada posible. Por eso si eres una persona racional eres en el fondo también una persona cometida.
En cuanto a la personalidad emocional, es como bien indica su nombre aquella que vive frenéticamente de las emociones, de los centros primitivos que tenemos en nuestro cerebro. Por lo tanto, si eres una persona emocional por lo que sientes , siguiendo el ejemplo del caso anterior, te dejarás llevar más por tus sentimientos, tus experiencias y por aquello que en tu interior vibra a la hora de tomar una decisión.
Estas son las principales diferencias entre las personas racionales y las personas emocionales, por ello, en las siguientes líneas vamos a descubrir algunos tips que nos sirvan de ayuda para saber si somos racionales o emocionales, de tal forma que podamos conocer más detalles de nuestra personalidad, y en definitiva, para conocernos mejor.
¿Cómo saber si eres racional o eres más emocional?
A continuación vamos a formular una serie de preguntas que nos permitan saber si somos racionales o emocionales, de tal forma que mediante un proceso de reflexión y de autonocimiento podamos averiguar qué es lo que predomina en nuestro interior. Respondiendo paso a paso cada pregunta, llegarás al punto en el que des con la respuesta definitiva.
1. ¿Cómo te defines en tus relaciones sociales?
Puede que nos sintamos bastante incómodos durante un conflicto y no sepamos qué hacer, pero la verdad es que el ser racional en este tipo de casos gestiona ese enfado de forma diferente, espera para hacer lo correcto. Con esto, también puede prevenir las situaciones incómodas de una respuesta más impulsiva. No obstante, una persona emocionalmente inteligente, también es capaz de saber llevar por buen puerto sus relaciones, por muy complicadas que estas puedan parecer.
2. ¿El rencor se ha apoderado de ti?
Una de las circunstancias frecuentes a las que se somete el ser emocional está relacionada con lo que se guarda para sí mismo. Uno de estos casos es el rencor. Sin embargo, podemos deshacernos de la espinita del rencor, porque no conduce a ninguna parte y como bien dice el dicho, se perdona, aunque no se olvide. Pero eliminar el rencor, y a validad cualquier emoción de estas características, nos ayudará en esos impulsos frenéticos. ¿Por qué no intentarlo?
3. ¿Te muestras tal y como eres?
Si no acostumbras a reprimir tus emociones, es posible que seas más bien una persona emocional, y esto con respecto a la persona racional, no convierte a nadie en mejor o en peor persona. Al final cada persona es como es, con sus virtudes y sus defectos y el proceso de gestión emocional es algo que nunca acaba, es como un ciclo sin fin, pero si estás en ello, te encuentres en el punto que te encuentres. ¡Te felicitamos!
4. ¿Cuánto tiempo dedicas para tomar una decisión?
Esto es algo que ya hemos avanzado anteriormente, pero una de las ventajas de ser un ser racional está relacionada con este proceso de tomar una decisión. Normalmente las personas que viven intensamente las emociones son personas que toman sus decisiones en muy pocos minutos. Ninguna persona, por ser racional o no es mejor que la otra, pero a veces la meditación nos puede ayudar un poquito más acciones del día a día parecidas a esta.
5. ¿Cómo vives la vida?
Si ese frenesí que corre por nuestras venas y esa inquietud particular que nos genera algo que nos hace ilusión esta muy presente en lo que sientes, entonces te acercas más a un tipo de personalidad que a otro.
En definitiva, las emociones tienen un peso muy relevante en nuestra personalidad, sean del tipo que sean. Al final, todo pasa por encontrar un equilibrio entre razón y emoción, porque puede que en algunos casos la mejor decisión pase por la lógica, por ser 100% conscientes de algo.
Sin embargo, ¿qué sería de la vida sin las improvisaciones? ¿Qué sería de la vida sin el dejarse llevar?