El estrés forma parte de nuestra vida diaria y relajarnos resulta esencial hoy más que nunca. Sin embargo, con las prisas, las responsabilidades, el trabajo… cuesta encontrar un momento solo para nosotros, para poder dedicarnos tiempo, cuidarnos y por fin, conseguir relajarnos.
La meditación y el yoga se han convertido en herramientas esenciales para combatir trastornos muy presentes hoy en día, tales como la depresión o la ansiedad. Y es que, no en vano, el estrés está considerada como la enfermedad del siglo XXI.
Lo más complicado radica en encontrar ese momento para dedicarte a ti mismo. Entre todas las prisas no encontramos un hueco que nos consiga aliviar. Pues bien, hoy te vamos a dar algunos trucos para que puedas meditar en la oficina. La táctica definitiva para conseguir relajarte.
Ejercicios que puedes hacer en la oficina
Sabemos que no puedes sentarte en posición de loto y ponerte a meditar en medio de tu despacho. Tampoco te pedimos que dediques 1 hora a esta práctica en medio de tu jornada laboral, pero sí que hay algunas cosas que puedes hacer para relajarte en el trabajo, para mantenerte en el presente y notar como el estrés se va un poquito más de tu persona.
Céntrate en tu respiración
La respiración es una de las herramientas más importantes de la meditación. Concentrarnos en cómo respiramos puede ser muy atrayente y un método muy eficaz para devolvernos al momento presente, para tomar conciencia de nosotros mismos.
Cuando estés trabajando, te recomendamos que te tomes un par de minutos cada dos horas, aproximadamente, para ver cómo funciona tu respiración. No hará falta que la modifiques, solo piensa en cómo se infla tu abdomen al inhalar y cómo el aire sale de tu nariz al exhalar.
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Sé consciente al beber agua
Para este ejercicio solamente necesitarás 3 minutos para beber agua y pararte en el proceso. Te recomendamos que te tomes este descanso cada hora, de modo que tengas 3 minutos dedicados para ti, para recuperar fuerzas y para centrarte en lo que estás haciendo.
No te quitará más tiempo del que tardas normalmente, solo tendrás que ser consciente, en el momento en el que decidas beber. Para empezar, solo tienes que servirte el agua, fijándote en cómo cae en el vaso, en cómo se va llenando. Fíjate en todo el proceso de cómo el agua entra en el vaso.
Seguidamente bebe agua. Nótala en tu boca, nota su sabor, lo fría que está, déjala unos segundos y traga. Ahora piensa en cómo pasa por tu garganta y va hacia tu estómago. Se trata de realizar un ejercicio siendo consciente.
Se trata de un ejercicio de meditación fácil de realizar, que te devuelve al presente y te conecta contigo mismo. Además, te recuerda la necesidad de hidratarte, algo que funciona muy bien en todos los sentidos.
Visualización relajante
La oficina nos brinda momentos de mucho estrés, y cuando este nos desborda, será mejor que paremos un momento, tomemos conciencia y nos relajemos. De este modo, no solo conseguiremos sentirnos mejor, sino que también podremos ser más resolutivos en nuestro trabajo.
Una de las formas para conseguirlo es la técnica de la visualización relajante. Para ello, deberás cerrar los ojos y respirar un par de veces profundamente. Después, deja que tu respiración vaya sola, no la controles.
A continuación, piensa en un paisaje que te resulte relajante. Puede ser un arroyo, una montaña, o algún lugar que signifique algo bonito para ti. Te recomendamos que disfrutes unos minutos de este paisaje, olvidándote de todo lo de tu alrededor para introducirte de lleno en tu visualización.
Mediante estas técnicas de meditación te enfrentarás de una nueva forma a tu trabajo, con las energías renovadas y con más motivación y seguridad en ti mismo.
