¿Alguna vez te has preguntado cómo gestionas tus emociones? Vamos por la vida tan deprisa que a veces, ni siquiera nos paramos a pensar en la forma en la que hacemos las cosas. Es importante entender cómo reaccionamos ante las cosas, un insulto de otra persona, por ejemplo. ¿Te puede la ira? ¿Qué pasa por tu cabeza en esos momentos?
Mirar dentro de nosotros es importante, y es que, aunque todas las emociones son necesarias, si alguna se apodera de ti, vale la pena aprender a gestionarlas. La inteligencia emocional consiste en conocernos y saber cómo gestionar lo que sentimos para ser más válidos y más felices.
El yoga y las emociones
Una de las herramientas más efectivas para aprender a gestionar las emociones nos la proporciona el yoga. Se trata de una serie de ejercicios que podemos realizar para conectar nuestro cuerpo con nuestra mente y nuestro espíritu.
podemos controlar nuestra forma de sentirnos, y eso precisamente, lo podemos conseguir con la ayuda del yoga.
Si quieres aprender más, a continuación te indicamos algunas posturas de yoga que te ayudarán a gestionar mejor tus sentimientos.
Postura del loto
Es una de las posturas más conocidas del yoga y es que, es sencillo hacerlo incluso para las personas que acaban de iniciarse en el yoga. Además, también es frecuente utilizarla cuando meditamos. Y es que, esta posición es idónea para calmar la mente y también para quitarnos de encima el estrés.
La postura del loto nos permite abrir la mente para entrar en contacto con nosotros mismos a través de la meditación. También nos sirve para acabar con los dolores de la espalda baja. Para realizarla debemos comenzar sentados y colocar el pie derecho sobre el muslo izquierdo y viceversa. Es importante que nuestra espalda esté recta y las manos descansen sobre los muslos.
Postura del muerto
Conocida con el nombre de Savasana, la postura del muerto se utiliza en yoga para calmar el cuerpo y la mente, por lo que podemos realizarla para controlar la ansiedad. Es muy sencilla y muy cómoda, por lo que consigue relajar completamente la mente y obtener una relajación profunda.
Para realizarla tienes que sentarte en el suelo y después te tumbas sobre tu espalda con los pies separados. A continuación tendrás que inhalar aire mientras contraes todo tu cuerpo y al exahalar, relajas todos los músculos de nuevo.
Después puedes levantar las rodillas hasta el pecho y abrazarlas fuertemente. En esta posición, rueda hacia un lado y hacia otro.También es eficaz para calmar y aliviar dolores de cabeza.
Postura del perro boca abajo
Su nombre es Adho Mukha Svanasana y la podemos usar para activarnos. Es importante recordar que el objetivo es activar nuestro cuerpo, pero no forzarlo. De hecho, se trata de una postura de yoga adecuada para fortalecer la espalda.
Comenzamos a gatas y elevamos la cadera todo lo que podamos. Recuerda tener el cuello relajado y los hombros alejados de nuestras orejas. Te recomendamos que, aunque se trata de una postura algo complicada, intentes buscar la máxima comodidad posible.
Postura del niño
Conocida como Balasana, esta postura nos servirá para recuperar la calma y la tranquilidad. Para ello, utilizaremos la respiración alargando la espalda. Mediante la postura del niño podremos conseguir liberar las presiones.
Para realizarla, nos sentaremos sobre nuestros talones con las costillas sobre los muslos. A su vez, los brazos deben quedar al lado del cuerpo de forma relajada y la cabeza sobre el suelo.
En definitiva, el yoga puede ayudarnos a encontrar una paz interior que se conseguirá, conociéndonos a nosotros mismos y sabiendo cómo evitar que nuestras emociones nos afecten más de lo que deberían.