En los tiempos que corren la meditación está en boca de todos y se presenta como la panacea, como esa solución a todos tus problemas. Lo cierto es que, en una sociedad en la que el estrés se ha puesto en cabeza como la enfermedad de este siglo, no es de extrañar que una táctica como la meditación transcendental esté haciendo mella y presentándose como un arma de lo más eficaz para buscar nuestra felicidad y encontrar la paz.
Si aún no conoces qué es la meditación trascendental, ésta es una técnica milenaria que se practica dos veces al día, mejor si lo hacemos al principio y al final del día. Podemos hacerla en cualquier sitio y en cualquier situación, y tiene como fin el control de la mente. Solo tenemos que dejar que los pensamientos fluyan hasta que se vayan ellos solos, de modo que nuestro cuerpo pase de un estado de alerta a uno de relajación.
¿Cómo se practica la meditación trascendental?
El primer paso para practicar la meditación trascendental y lo primero que debemos hacer es encontrar una postura adecuada. Para conseguirlo, tendrás que dar con una en la que te sientas cómodo, pero también que esté equilibrada. Puede ser sentado o tumbado, pero busca que tu espalda permanezca recta y que tus pies tengan contacto con el suelo. De esta forma buscamos permanecer en el momento presente.
La respiración es el segundo foco de atención de la meditación plena y sin ella no se puede llevar a cabo esta práctica con éxito. No hace falta que fuerces tu forma de controlar la respiración, basta con prestarle atención y fijarte en cómo tu cuerpo respira relajadamente. Por otra parte, busca un lugar tranquilo, libre de ruidos y distracciones donde puedas evitar que tu mente se vaya por otros caminos.
Con estos sencillos pasos ya tendremos la base para la meditación trascendental, mediante la cual conseguiremos una mayor relajación, gracias a la respiración, y también una concentración más efectiva. Recuerda que dejar fluir los pensamientos sin atender especialmente a cada uno de ellos será el resto del trabajo en este tipo de meditación. No te preocupes si tu cabeza se centra en un pensamiento, lo importante es darse cuenta, y dejar que fluya. Puede que al principio te cueste algo más, pero con el tiempo, conseguirás que la práctica de la meditación sea cada vez más sencilla.
Los beneficios de la meditación transcendental
Muchos pueden pensar que la meditación no es para ellos o que se trata de cosas más místicas como una cuestión de fe o algo por el estilo. Lo cierto es que la meditación trascendental tiene un sinfín de beneficios, tanto para nuestra salud física como para la salud emocional o intelectual, y se trata de ventajas que están científicamente probadas. ¿Quieres conocer cuáles son? te las contamos.
Para empezar, la meditación trascendental reduce el estrés. Se trata de una enfermedad que todos padecemos y es que, en los tiempos que corren vivir con estrés crónico es de lo más habitual. El estrés o la ansiedad no son solo estados anímicos, sino que afectan de modo directo a nuestra salud, relacionándose con una gran cantidad de enfermedades entre las que se encuentra el cáncer. Está demostrado que meditar diariamente puede ayudar a reducir el estrés, y no hace falta decir lo beneficioso que esto puede ser para cada aspecto de nuestra vida.
Por otra parte, diversos estudios han hecho hincapié en la mejora de la capacidad intelectual de aquel que practica meditación trascendental diariamente. Y es que, además de potenciar nuestra concentración, también influye aumentando nuestra creatividad y nuestra memoria.