La practica de la meditación tienen su origen hace muchos años, pero es ahora cuando más se ha popularizado. Lo cierto es que, nos encontramos ante ejercicios que todos podemos practicar en casa. Ejercicios de meditación para liberar tensiones y para relajar la mente y precisamente eso es lo que más necesitan nuestros jóvenes en los tiempos de hoy. Así es como cada vez los ejercicios de meditación para adolescentes se han popularizado y extendido más.
En alguna que otra ocasión también hemos hablado de algunos ejercicios de meditación para los niños, pero ¿qué hay de los adolescentes? La meditación en la adolescencia nos ayuda a liberanos del estrés y por tanto se mejora la autoestima del adolescente y su vida, en todos los niveles puede mejorar. Esto, en los tiempos que hoy corren es fundamental para relajar la mente, ya que cada vez los adolescentes reciben más responsabilidades y presiones desde sus entornos.
La importancia de la meditación en adolescentes
La meditación en la adolescencia ayuda a los jóvenes a relajarse y tal y como los estudios científicos han afirmado, no hay forma mejor de aplicar el método que hacerlo desde pequeños. La meditación también nos ayuda a estudiar mejor, por lo que es una herramienta muy importante para nuestros jóvenes.
Si aprendemos a meditar desde que somos adolescentes, podremos introducirlo mejor en nuestra vida, acostumbrarnos a vaciar nuestra mente y a prestar atención en el momento. La clave en muchos de los casos se encuentra en buscar ejercicios de meditación o de yoga que ayuden a gestionar las emociones, porque si de algo está caracterizada la vida de nuestros jóvenes es precisamente de un fluir intenso de emociones.
2 ejercicios de meditación para adolescentes
Las técnicas de meditación para adolescentes se basan, por norma general, en el aquí y el ahora. Se trata de sentir las cosas tal y como son, de conocer nuestro cuerpo, nuestros sentimientos y aceptarlos tal y como vienen. En definitiva, es una táctica contraria a la que solemos hacer, que es ir corriendo a todos sitios, pensando en lo siguiente que vamos a hacer, en lugar de pensar en lo que estamos haciendo. La vida tiene experiencias positivas y también las tiene negativas. La finalidad de la meditación en los adolescentes es que aceptemos las cosas tal y como vienen, de modo que seremos conscientes de que nuestros actos pueden tener consecuencias negativas o positivas, y tendremos más capacidad para adaptarnos a ellas.
A continuación vamos a ver cuáles son los mejores ejercicios de meditación para relajar la mente de los adolescentes pero para empezar, deberemos buscar un lugar tranquilo y sin distracciones. Apagar los móviles y buscar una postura cómoda, que nos permita hacer los ejercicios moviéndonos lo menos posible. El contacto con el suelo es fundamental, y aunque podemos meditar sentados, siempre se recomienda mantener la espalda recta y cierto contacto con el suelo.
La campana
Uno de los ejercicios de meditación que más fácil resulta para los más jóvenes viene del Mindfulness y se conoce como la campana. Está especialmente diseñado para niños y adolescentes, ya que se puede plantear como un juego para conseguir una mayor implicación por parte de los pequeños. Así, la campana es un ejercicio de Mindfulness para adolescentes que tiene como objetivo relajarse al 100%. Se trata de que distingan el sonido de una campana que puede sonar en cualquier momento. Se hará en silencio y con los ojos cerrados. De esta forma se puede conseguir que presten toda su atención al sonido de la campana y eliminen cualquier otro estímulo que no pertenezca a esta misión.
Respiración en conjunto
La respiración es una de las herramientas más potentes de las que disponemos para la meditación en los adolescentes. De hecho, siempre podemos acudir a la meditación para volver al momento presente. Si reunimos a un grupo de jóvenes, tumbados o sentados con los ojos cerrados, podremos enseñarles a centrarse en su respiración. Notar como el aire entra y sale de nuestros pulmones es una actividad que nos ayudará mucho a mantenernos en el momento. Después, podemos fijarnos en la respiración del otro. Son ejercicios que nos ayudarán a mantener la atención plena.
