Ejercicios de Mindfulness para todos los días

4 ejercicios de Mindfulness que podrás practicar en tu día a día

Seguramente habrás escuchado alguna vez hablar del Mindfulness, y es que se trata de una palabra de moda, y por algo es, ya que encuentra adeptos allá donde va. Algunos de los motivos que lo justifican es por los efectos positivos que el Mindfulness tiene sobre nuestro estado de ánimo, y también sobre nuestra salud. Así que si tú también quieres sacarle el máximo partido a todos los beneficios que tiene el Mindfulness entonces te recomendamos que sigas leyendo y descubras cómo puedes incorporar el Mindfulness en tu rutina diaria de ejercicios y deporte.

Se trata de una práctica de atención plena, de modo que al hacerlo, lo extendemos a nuestra vida en general para vivir con plenitud cada momento. Es decir, que mediante una serie de ejercicios de Mindfulness que se pueden practicar a diario, conseguimos ir automatizando conductas para aplicarlas a nuestra vida, de modo que lo hagamos sin pensarlo y ganemos en salud.

Gracias al Mindfulness, podemos acabar con las rumiaciones, esos pensamientos negativos que nos acechan y que no nos sirven para nada bueno. Además, aprenderemos a aceptar la vida tal y cómo es y a disfrutarla más intensamente. Hoy en día, el Mindfluness es el remedio para muchos contra el estrés y la ansiedad, y es que está comprobado científicamente, como reduce estas emociones cuando se vuelven crónicas.

Las mejores prácticas de Mindulness que podrás hacer todos los días

Si quieres seguir adelante con la meditación, te proponemos algunas actividades de Mindfulness que podrás practicar a diario y con las que obtenderás resultados notorios. Eso sí, tendrás que ser constante para comenzar a notar los cambios en tu día a día.

Pasear

Es uno de los ejercicios más sencillos de Mindfulness que podemos hacer todos los días , así que si esta es tu primera toma de contacto con esta especialidad, será la mejor forma de comenzar. Además, esta es una de las actividades de Mindfulness para principiantes más gratificantes para quienes la desarrollan a diario. No hace falta que te pongas una túnica naranja ni que te rapes el pelo, simplemente con un paseo puedes practicar Mindfulness para que te ayude en tu vida. Eso sí, no basta con un paseo cualquiera, sino que tendremos que estar atentos a todo lo que vamos viendo a nuestro alrededor.

Al pasear veremos que hay cosas tanto buenas como malas en lo que vemos. Esto nos ayudará a aceptar que en la vida, también nos pasarán cosas buenas y malas y aprenderemos a aceptar las emociones negativas que tengamos. Además, ver lo bueno puede hacer que nos demos cuenta de la cantidad de cosas bellas que dejamos pasar el día a día por no prestar atención. Solo tienes que salir a caminar durante media hora y fijarte en todo lo positivo que puedas. No importa si son imágenes, olores o sonidos, trata de captar todas las sensaciones positivas posibles en tu paseo.

Nadar

Puede que este sea el ejercicio de mindfulness y meditación para los niños que más seguidores tenga. Es sin duda el favorito para los más pequeños. Y es que nadar tiene un sinfín de beneficios para nuestra salud que no debemos dejar escapar. Al sumergirnos en el agua, podemos notar el refrescante relax que esta nos produce, además de que brazo a brazo vamos dejando el estrés atrás. Recuerda notar todas las sensaciones posibles, como el agua moja tu cuerpo, como el brazo entra y sale del agua y como se mueven tus pies al ritmo.

Cocinar

Si buscas una actividad de Mindfulness diario esta es de las favoritas. Puede tratarse de un ejercicio muy relajante y además muy efectivo para la atención plena si lo hacemos de manera consciente. Para cocinar con Mindfulness, podrás preparar tu plato favorito sintiendo el tacto de los ingredientes, los colores de los alimentos y probando y saboreando cada receta.

Respirar

La respiración es la técnica más efectiva deL Mindfulness, y es que, regulando nuestra respiración podemos calmarnos de una forma impactante. Por eso, no hay mejor ejercicio para estar presentes y mantener la atención en lo que estamos haciendo, que ser conscientes de nuestra propia respiración.

Para hacer este ejercicio, no hace falta que modifiques el ritmo de la misma, solo tendrás que fijarte en cómo estás respirando. Se trata algo que hacemos siempre pero muy pocas veces le prestamos atención. Así, te recomendamos que te sientes cómodamente y notes como inspiras y expiras.

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Mamen Palanca

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad CEU Cardenal Herrera. Amplia experiencia en el campo de la redacción de artículos y reportajes de diferentes temáticas, destacando la psicología. Por este motivo, actualmente continúa su formación académica cursando los estudios de Grado en Psicología por la UNED, motivo por el cuál es una apasionada del campo de desarrollo personal y la gestión emocional.

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