Un episodio continuado de estrés, una racha en la que se acumulan los problemas o una situación que te supera… a veces es imprescindible parar, dejarlo todo a un lado para encontrar un momento para meditar y buscar un momento de paz que nos devuelva el equilibrio interior ¿sabes cómo puedes conseguirlo?
El día a día impone su ritmo y a veces olvidamos lo más importante: dedicarnos tiempo a nosotros mismos y no estar absolutamente atados a las circunstancias exteriores que determinan nuestras actuaciones. Es una espiral de situaciones, que se suceden a toda velocidad, y de la que no somos conscientes en absoluto, pero que hace que lleguemos a sentirnos realmente mal. El estrés y la tensión constante afectan a nuestro estado de ánimo y también nuestra salud se acaba resintiendo.
Si notas que la situación que vives te supera, necesitas tener un momento de paz. Parar “en seco”, para volver a tomar consciencia de la propia existencia y de lo realmente importante, es fundamental. La meditación puede ayudarte a recuperar ese equilibrio entre cuerpo, mente y alma que tanto empiezas a echar en falta. Haz la prueba. Meditar no siempre implica dedicar horas a la relajación y a la introspección. A veces, unos minutos son suficientes para que la calma vuelva a ser tu estado natural. Con un poco de práctica, podrás tener un momento de tranquilidad que contribuya a tu equilibrio y te ayude en tu día a día.
Cómo lograr un momento de paz con la meditación
Date un respiro y regálate unos minutos en los que puedas relajarte y deshacerte de esas preocupaciones que pueden llegar a ser un lastre que te impide ser feliz. Avanzar y profundizar en la meditación lleva tiempo, pero dar el primer paso para tener un momento de paz no es tan complejo como pudiera parecer. Haz un paréntesis y sigue estos pasos:
- Elige el momento y el lugar. Igual que tienes establecidas una serie de rutinas cotidianas (tiempo para el aseo, para comer, para ir al trabajo…) determina un momento y un lugar idóneo en el que vas a hacer algo igual de importante: dedicar unos minutos a buscar tu paz interior. Tú eliges. A primera hora de la mañana, tras la jornada laboral, en una pausa del mediodía… encuentra, además, un espacio tranquilo, el que prefieras, pero en el que dejes atrás los ruidos del exterior invitándote a la calma.
- Busca una postura cómoda que ayude a la relajación. No tiene que ser necesariamente la tradicional postura de loto, con las piernas cruzadas en el suelo. Una silla, en la que mantengas la espalda recta pero sin tensionar tu cuerpo, también puede servirte.
- Cierra los ojos con suavidad y dedícate exclusivamente a respirar tranquila al menos cinco minutos. Concéntrate en tu propia respiración, en cómo el aire llega a tus pulmones y vuelve a salir despacio.
- Tus pensamientos y preocupaciones no van a desaparecer por arte de magia. Seguirán dando vueltas en tu cabeza, pero intenta observarlos “desde fuera”, como si fuesen algo ajeno a ti, una “película” que transcurre por tu cerebro. Mientras, continúa centrada en inhalar y exhalar el aire.
- Poco a poco sustituye esos pensamientos negativos por una imagen que te resulte reconfortante: una puesta de sol, el mar, una flor… sin darte cuenta, estás empezado a meditar y acercándote a ese momento de paz que tanto necesitas.
Consejos para encontrar un momento de paz y buscar el equilibro interior
La meditación es el inicio del camino para mejorar en tu vida diaria, un acercamiento al diálogo interior que te ayudará a encontrarte más tranquila y en paz contigo misma y con lo que te rodea, pero también algunos pensamientos y actitudes pueden ayudarte si decides ponerlas en práctica.
- Vive el presente. El pasado y el futuro, sencillamente, no existen. Atormentarte con el primero y preocuparte por el segundo no tiene sentido.
- Libérate de lo material. Necesitas muchas menos cosas de las que crees.
- Acéptate como eres y cuídate.
- Practica la gratitud. Piensa en las personas que te quieren, en los mil pequeños regalos que nos da cada nuevo día y siéntete agradecida por tu propia vida.