Lograr nuevos hábitos de vida cambiando nuestro cuerpo y modificando nuestros pensamientos… ¿es posible en solo 21 días de yoga? Esta es la propuesta de un reto apasionante. Quienes han llevado a la práctica el reto completo de 21 días de yoga aseguran que funciona, que les ha cambiado la manera de ver el mundo alcanzando bienestar y armonía interior ¿quieres probarlo?
¿En qué consiste el reto de los 21 días?
No solo maestros del yoga, sino también numerosos científicos afirman que 21 días es el tiempo que necesitamos para adaptarnos a cualquier cambio físico o mental. Y en esto consiste este reto, en aumentar nuestra autoestima, la percepción que tenemos sobre nosotros mismos y la actitud que tenemos ante la vida. En la década de los cincuenta, el cirujano plástico Maxwell Maltz observó que ese era el tiempo aproximado que una persona tardaba en aceptar y acostumbrarse a la transformación que suponía una operación de estética. También en la actualidad, son muchos los coachs que aseguran que son necesarias tres semanas para lograr cualquier objetivo relacionado con un cambio de conducta o actitud.
El reto de las 3 semanas de yoga se basa en esta misma teoría. La práctica continuada, durante este tiempo, de los ejercicios y posturas de yoga (asanas) y de la meditación guiada puede convertir una acción puntual en un hábito, en una rutina que se instale en nosotros y cambie nuestra manera de gestionar nuestras emociones y en definitiva a pensar. La constancia en la repetición de movimientos y la meditación profunda es lo que permitirá explorar el propio cuerpo y conectar con nuestro interior para descubrir el sentido de la existencia y saber qué frena nuestro desarrollo personal.
Este sorprendente este reto de yoga está pensado para principiantes pero también para aquellos que ya dominan la técnica de la meditación y quieren aplicarla para lograr un cambio concreto en su vida. Eliminar sentimientos negativos, superar una situación que nos mantiene anclados en el pasado, aprender a controlar emociones intensas y destructivas como el rencor, la ira o el deseo de venganza… la idea es trabajar con respeto, fuerza de voluntad y buenas intenciones hasta conseguir que fluya de manera espontánea la energía positiva que todos llevamos en nuestro interior.
Cómo poner en práctica el reto de los 21 días de yoga
Para poner en práctica este reto de yoga en 3 semanas necesitas muy poco: un espacio tranquilo, que invite a la relajación, y estar dispuesta a dedicar algo de tiempo a cuidar cuerpo, mente y alma para lograr la perfecta armonía. Como en cualquier otra sesión de yoga los pasos a seguir serían:
1. Práctica de ejercicio físico moderado
Para poner en práctica paso a paso el reto de los 21 días de yoga es preciso buscar en primer lugar ejercicios más sencillos. Buscamos ejercicios que vayan liberando músculos y articulaciones mientras logra que fluya la energía retenida. A partir de este momento es cuando nuestro cuerpo comienza por sí solo a atraer la energía positiva, siempre y cuando estemos al 100% en él.
2. Meditación progresiva
Controlar la respiración al tiempo que profundizamos en cada uno de nuestros sentimientos y emociones. En ocasiones, el maestro de yoga trabaja una idea o pensamiento concreto, en otras, las directrices para favorecer la meditación se centran en cómo afrontar las distintas emociones. Aun así, cada persona es diferente y la meditación siempre atañe a lo más íntimo de cada ser. Es un descubrimiento personal del yo, físico y espiritual, cuyo fin último es alcanzar la propia aceptación. Aceptarnos como somos es el primer paso para alcanzar la paz.
3. Ejercicios basados principalmente en estiramientos
Se trata de ejercicios que ayuden a distribuir por todo nuestro ser la energía positiva.
El reto de los 21 días de yoga se plantea como una poderosa herramienta para cambiar la actitud ante la vida. Muchos de los que lo han llevado a cabo afirman que sus beneficios son reales y duraderos, porque en esos 21 días, la mente se libera y llegan el bienestar, la salud y la paz que permite afrontar cualquier situación desde otra perspectiva ¿por qué no intentarlo?