Relajar el cuerpo, deshacernos del estrés que generan las preocupaciones acumuladas y alcanzar el equilibrio interior que nos haga sentirnos bien, tranquilos y en paz… es el objetivo de la meditación como camino hacia la felicidad, pero desarrollar esa paz interior requiere un pequeño esfuerzo por nuestra parte. ¿Quieres conocer algunos consejos que pueden ayudarte a conseguirla? desarrolla tu paz interior y encuentra la calma y tranquilidad que te mereces.
Sin darnos cuenta, llevamos una pesada carga de la que no somos conscientes pero es absolutamente real. Confundimos prioridades y vivimos demasiado pendientes del exterior, de lo que nos rodea, olvidando que el secreto de nuestro bienestar está en nuestro interior. El trabajo, las relaciones sociales, los problemas económicos, las prisas, las preocupaciones por lo que pueda ocurrir… es necesario lograr “desconectar” para tomar consciencia de nuestro propio ser, encontrar el equilibrio entre cuerpo mente y alma y ser capaces de transmitir la paz interior conseguida a quienes nos rodean.
La meditación, el camino hacia la paz interior
¿Cómo se logra la ansiada tranquilidad verdadera, esa que no depende del entorno ni de las circunstancias puntuales?... es “fácil”, simplemente hay que buscarla en nosotros mismos, reside en la paz interior. Es complicado disfrutar de la vida y dejar de preocuparse tanto con el ritmo de vida que llevamos, pero sí, es posible.
Si quieres desarrollar tu propia paz interior, dedica a diario unos minutos a la meditación y con un poco de práctica, notarás un cambio importante en tu vida. Meditar implica deshacerte de todo aquello que impide tu propia tranquilidad y te produce desasosiego. Si no sabes por dónde empezar, sigue estos pasos para iniciarte en la meditación.
- Busca un lugar tranquilo y agradable. Aprende a desconectar la mente y relajarte, colócate en una postura en la que te sientas cómodo.
- Intenta relajar primero todo tu cuerpo. Recórrelo y visualízalo mentalmente como si te observases a ti mismo desde el exterior. Tu cabeza, tus hombros, tus brazos, tu corazón, tus piernas… respira tranquila y profundamente.
- La relajación física te ayudará a vaciar tu mente de los mil pensamientos positivos y negativos que fluyen en ella en constante movimiento. Imagina un objeto concreto. Piensa tal vez en el sol, en una estrella, en un flor... y, mentalmente, sitúa ese objeto en el interior de tu cuerpo, en la zona del abdomen. Concéntrate solo en él para que tu mente “olvide” cualquier preocupación que pueda rondar por tu cabeza.
- Sigue pensando en tu respiración y en ese objeto… no hay nada más. Busca la calma y verás que poco a poco tomas consciencia de tu propia existencia y de que, en realidad, es lo único que importa.
Cómo potenciar el equilibrio interior
Además de la descrita, hay distintas técnicas para poner en práctica esa imprescindible meditación que te lleve a alcanzar la paz interior. La meditación es la clave, pero elijas la técnica que elijas, debes potenciar sus resultados con actitudes concretas en tu día a día, actitudes que contribuyan a mantener el equilibro logrado. Completa los beneficios de la meditación con los siguientes consejos para desarrollar tu paz interior;
- Mantén a raya los pensamientos negativos. No permitas que se adueñen de tu mente. Cuando surjan, simplemente mira a tu alrededor y fíjate en todo lo bueno que tienes a tu alcance. Se trata de convertir el optimismo en Ley.
- Acéptate tal y como eres, con tus virtudes y con tus limitaciones. No eres perfecto ni tampoco el centro del Universo.
- Huye de las personas negativas y de las relaciones de pareja o de amistad tóxicas. Intenta transmitirles tu propia paz y, si no es posible, haz que pasen de largo en tu vida porque no te aportan ningún verdadero beneficio.
- Practica una vida saludable. Una alimentación adecuada, el necesario descanso y algo de ejercicio también influyen en tu bienestar y en tu equilibrio interno.
- Recuerda siempre que sentirte bien, en paz contigo mismo y con los demás, es un estado mental que solo depende de ti mismo.