Sentirse frustrado forma parte del día a día de muchas personas. Vivimos en una sociedad en la que somos cada vez más exigentes con nosotros mismos. Trabajamos, cuidamos a nuestra familia, a nuestros amigos, y apenas nos queda tiempo para disfrutar. Se nos exige mucho y nos exigimos mucho, mientras vemos por las redes sociales vidas perfectas en lugares perfectos. Nos comparamos, nos machacamos y nos hundimos, y como consecuencia nos sentimos frustrados. Pensamos que la vida del resto es mejor, que el trabajo es mejor, la familia es mejor y la vida, en definitiva es mejor. Y nos preguntamos qué hemos hecho para haber terminado aquí. Así es cómo hoy por hoy la frustración está a la orden del día, en deterioro de nuestro desarrollo personal y de nuestra calidad de vida.
Pues bien, la verdad es que es algo que nos pasa a la mayoría. Por muchas puestas de sol que aparezcan en nuestro Instagram, sentirse frustrado se ha convertido por desgracia en algo natural. Dejar de hacerlo no tiene nada que ver con el dinero que ganes o con los hijos que tengas, sino más bien, con tu forma de ver las cosas. Es una conjugación de sentimientos que se instala por completo en nuestro interior.
Superar la frustración es posible y estas son las claves
Si quieres dejar de sentir que la frustración te acompaña y conocer algunos consejos que te ayuden a evitarlo, estás de suerte. Y es que, solo tú eres capaz de cambiar tu vida, así que si te atreves, puedes empezar por practicar ciertas recomendaciones para superar la frustración definitivamente. ¡Toma nota!
Céntrate en el camino
Este es el primer consejo para evitar la frustración: muchas veces nos obsesionamos tanto con la meta que no conseguirla nos crea una sensación horrible. Nos sentimos mal por no haber alcanzado aquello que nos propusimos hace años, y es que, por el camino nos hemos ido perdiendo. Lo cierto es que la vida sin objetivos es algo mediocre, pero los objetivos los tenemos que fijar a corto plazo. Tener un sueño es positivo, pero ir recompensándote por tomar el camino hacia él es de lo más necesario. Por eso, no te preocupes si no llegas a tiempo o si te equivocas. La única verdad es que hay que aprender de nuestros errores, porque errar forma parte del ser humano, lo importante es intentarlo. Atrévete y dirígete hacia donde deseas, y estate satisfecho de tu progreso, más que de tu meta. En cualquier caso, hay que recalcar que, el hecho de que las cosas no sean tan bonitas en este momento como te gustaría, no significa que no lo estés haciendo bien. Ni mucho menos. Así que ya lo sabes, si no logras lo que quieres y te sientes frustrado, no te castigues más.
Busca soluciones
Cuando nos sentimos mal pueden pasar dos cosas. Una es que el sentimiento de culpa se apodere de nosotros o que sintamos que somos unos desagradecidos. La otra es que nos compadezcamos y nos quedemos flotando en el mundo como víctimas. Lo cierto es que ninguna de estas actitudes te ayudará a salir de este estado, y menos aún a conseguir lo que quieres. En los momentos de inseguirdad y de frustración traba sobre tu autoestima y busca soluciones. Si tienes un problema, enfréntate a él. No importa quien tiene la culpa ni por qué ha pasado. Si te sientes frustrado es el momento de tomar las riendas de tu vida y solucionarlo. Y es que, solo tú tienes la responsabilidad de qué hacer con tu propia vida. Trabajar tu autoestima, te ayudará a aminorar esta sensación más de lo que crees. Por descontado, quejarte no servirá de nada, al igual que culpar a los otros. Piensa en cómo remediar tu estado y ponle solución a la frustración desde ahora mismo. Puede que sea el camino más costoso, pero te aseguro que es el único que es efectivo.
Busca ayuda
Puede que tú solo estés un poco perdido y que no sepas por dónde empezar. En este sentido, no te desesperes. Hay mucha gente que puede ayudarte a vencer la frustración, y aunque, como hemos dicho, la responsabilidad es solo tuya, sí que hay ciertas personas que pueden servirte de guía. Desde un amigo hasta un psicólogo u otro tipo de profesional, hablar con alguien te ayudará a esclarecer tus ideas. Si lo prefieres, puedes apuntar tus pensamientos en un papel. Ordenar tus éxitos y tus fracasos te ayudará a ver la realidad de tu vida.