Todos tenemos algunas creencias y pensamientos limitantes que nos impiden realizar una determinada actividad o alcanzar un objetivo concreto en la vida.
Este tipo de pensamientos nos suelen hacer creer algo que realmente no es cierto, por lo que limitan nuestra capacidad para desarrollar conclusiones objetivas, y reducen en gran medida nuestro marco de visión ante cualquier situación.
Según las investigaciones llevadas a cabo por el Dr. Beecher sobre este tema, las predisposiciones emocionales, como es el caso de las barreras mentales que nos ponemos, arrojan resultados totalmente contrarios a la realidad.
En su opinión, las barreras mentales son pensamientos tan poderosos, que son capaces de crear en las personas una realidad ficticia que ni ellas mismas han llegado a comprender de forma consciente.
Las 3 barreras mentales que nos limitan
Seguro que ninguno de nosotros se para cada día a pensar qué pensamientos, opiniones o actitudes limitan cada una de nuestras acciones. ¿Son realmente las circunstancias las que nos impiden hacerlo, o realmente son las barreras mentales las que nos suponen un problema para emprender nuevas acciones?
Las personas que creen en la posibilidad del cambio, son quienes realmente aportan soluciones a este mundo, también son las que alcanzan sus objetivos y metas, y también se convierten en los diseñadores de su propia vida.
Sin embargo, los que se dejan llevar por las barreras mentales, son meros observadores de lo que pasa en el mundo, y sólo se centran en las dificultades, en los problemas y en anhelar todo aquello que no poseen, en lugar de disfrutar de lo bueno que tienen.
Descubre las principales barreras mentales que nos limitan en el día a día y que nos impiden dejarnos llevar:
El pesimismo
El pesimismo, o lo que es lo mismo, fijarse solo en lo malo, nos impide aprender de los errores pero también nos convierte en personas resistentes al cambio. Cuando dejamos que el pesimismo se adueñe de nuestra vida nunca llegamos a estar dispuestos a cambiar, ni tampoco somos receptivos a la evolución.
Por ello, el pesimismo es una barrera limitante que tiene un efecto nocivo sobre nuestra vida y sobre nuestro propio crecimiento personal.
El miedo
El miedo tiene dos caras, una buena y otra mala. La cara buena, es que en ocasiones se convierte en un revulsivo que nos activa, es decir, nos impulsa a reaccionar ante algo. Por ello, el miedo es un instinto humano de supervivencia que nos alerta sobre posibles peligros que nos acechan.
Sin embargo, la cara B del miedo es que éste también puede convertirse en una barrera mental que nos paraliza, porque no sabemos cómo llevarlo ni tampoco cómo lidiar con él. En este caso, el miedo nos hace estancarnos y se convierte en una barrera mental infranqueable.
La adaptación hedónica
Aunque ésta parezca algo positivo, lo cierto es que también se puede convertir en una barrera mental de cierta importancia. Entendemos por adaptación hedónica a ese rasgo que comparten muchas personas cuando se agarran a las cosas positivas de la vida rápidamente. Es decir, adaptarse a las experiencias más satisfactorias de una forma demasiado rápida.
Al poner en práctica la adaptación hedónica, las cosas buenas nos llevan a sentirnos rápidamente saciados, y después de esto, comenzamos a experimentar insatisfacción. Y es precisamente esa insatisfacción que se genera tras las adaptación hedónica, la que puede llevarnos a desilusionarnos con nuestra vida y a desear cosas que en este momento no tenemos. Por lo tanto, la adaptación hedónica es otra de las barreras mentales que debemos tratar de derribar.
- Urquiza, M. (2017). Rompiendo Barreras Mentales: Como romper barreras mentales, para lograr todo lo que deseas en la vida. CreateSpace Independent Publishing Platform.