Si hay algo que el ser humano nunca deja de buscar es la felicidad. Ese estado en el que nos sentimos bien, tranquilos y en paz. Cuando nuestras preocupaciones no nos sobrepasan y las emociones negativas duran lo justo. La felicidad es un fin que muchos consideran inalcanzable y otros tanto creen que se trata solo de algunos momentos. Y aunque puede que sea cierto, sí que hay algunas cosas que podemos hacer para vivir más tranquilos. Hablamos de ciertos hábitos mentales que nos aportan paz, quietud.
El problema es que a menudos estamos tan estresados entre todas nuestras obligaciones que no nos da tiempo a hacer cosas que realmente nos hagan felices. Sin embargo, nos lamentamos de no serlo. Al final tenemos arraigados ciertos hábitos que nos quitan energías, nuestra propia felicidad y hacen que nos vayamos apagando.
¿Qué puedes hacer para tener buenos hábitos mentales?
Hoy vamos a descubrir algunos consejos para desarrollar ciertos hábitos mentales que nos ayuden a tener un estado de paz y felicidad. Se trata simplemente de algunas pequeñas acciones que, no te quitarán tiempo, solo nos ayudarán a ser más conscientes de lo que hacemos y lo que pensamos, facilitándonos el camino hacia una vida más plena.
Dejar a un lado las lamentaciones
Una de las cosas que más hacemos los seres humanos es quejarnos. Nos quejamos porque nos duele la cabeza, no hemos dormido suficiente, nos quejamos de que la comida está quemada, de que no nos gusta nuestra vida o incluso de que el día está nublado. Muy a menudo esas rumiaciones y pensamientos negativos se apoderan de nosotros, porque al final nos quejamos de cosas que están hasta fuera de nuestro alcance. Las quejas lo único que hacen es ponernos de mal humor y limitar nuestras motivaciones.
Es imposible pasar todo el día sin quejarnos, pero sí que podemos empezar a ser más consciente de cuando lo hacemos. ¿Sabías que dejar de quejarse tiene grandes beneficios para nuestra salud emocional? Fíjate las veces al día que te lamentas por algo y piensa qué te provoca. Siendo más consciente podrás comenzar a reducir estas lamentaciones y así, a ser mucho más feliz.
Adiós a las expectativas
Crear este hábito para vivir con más paz nos salvará de más de una situación incómoda. La decepción es una de las cosas que nos hace menos felices, y es que, crearnos expectativas puede ser algo contraproducente. Está bien que tengamos metas y objetivos, pero debemos saber si estamos idealizando a ciertas personas o situaciones y tener en todo momento los pies en la tierra. Por otra parte, tampoco debes prestar atención a las expectativas que otros tengan sobre ti, pues tu vida es tuya y solo puedes vivirla tú.
Creer en ti
Un hábito mental que debes recordarte todos los días para ser feliz porque no hay enemigo más grande que nosotros mismos cuando no tenemos la suficiente confianza. Creer en ti es fundamental para ser feliz, pues si no somos conscientes de nuestras capacidades, no podremos desarrollarlas, y mucho menos conseguir algo con ellas. Por eso, trabajar nuestra autoestima, conocer nuestras virtudes y potenciarlas, nos dará la llave para una vida más plena.
Ser más optimista
Puede parecer que no, pero si pensamos de forma positiva, estamos más predispuestos a que nos pasen cosas buenas. Cuando somos optimistas, el mundo nos sonríe y nos vemos capaces de todo. Nuestra disposición es mejor para cualquier cosa y los pensamientos negativos, que tan mal influyen en nuestra paz, no nos asolan en nuestra cabeza. Algo tan sencillo como ver el lado bueno de las cosas es una de las mejores opciones para ser feliz.
Practicar la gratitud
Muy a menudo nos fijamos en las cosas que nos faltan en la vida y no prestamos atención a lo que ya tenemos. Si te pones a pensar seguro que dispones de una gran cantidad de cosas por las que dar las gracias y que ni siquiera valoras. Una casa, una familia, un trabajo, un amigo.... incluso una televisión. Es fácil agradecer lo que tenemos y sin embargo nunca lo hacemos. Si nos acostumbramos a practicar la gratitud, veremos como nuestro estado de ánimo mejora considerablemente.