Uno de los grandes problemas de la baja autoestima es que a menudo intentamos disimularla con la falsa autoestima, una máscara con la que simulamos una fortaleza que evidentemente no tenemos y que nos hace presentarnos más fuertes ante los demás. Pero como dice el refrán, antes se pilla a un mentiroso que a un cojo y hay una serie de cosas o actitudes características de la falsa autoestima que nos permiten identificar a quienes utilizan esta fórmula para disimular su baja autoestima.
Acciones que delatan la falsa autoestima
Como hemos dicho, muchas veces intentamos disimular nuestra baja autoestima con actitudes que al final se convierten en una falsa autoestima que puede incluso llegar a perjudicarnos igualmente. Lo mejor será que te olvides de enmascarar tus problemas de autoestima, te encuentres a ti mismo y tomes medidas si ves que realizas algunas de estas acciones relacionadas con la falta autoestima.
Tienes miedo al compromiso, pero ligas como nadie
Una de las consecuencias de la falsa autoestima es el miedo al compromiso. Quienes la sufren se caracterizan por su inestabilidad amorosa: miedo a enamorarse o a ser dejado, son incapaces de tener una pareja estable pero tienen una tremenda facilidad para ligar que aparentemente refuerza su autoestima cuando en realidad está potenciando sus debilidades. Otra opción es buscar una pareja dominante que les haga de guía en la vida, entregándose a ella para dejarse llevar.
Presumes de empleo, dinero, posesiones...
Conseguir un ascenso para acceder a un empleo mejor es el sueño de muchos trabajadores, pero las personas con una falsa autoestima no dejan de alardear de ello, esperando las felicitaciones de los demás. Lo mismo pasa con el poderío económico, muchas veces asociado a ese mejor puesto de trabajo. Presumir de ello les hará sentirse aparentemente mejor, reforzando esa falsa coraza de éxito, cuando en realidad esa superioridad que sienten no es más que una debilidad que les perjudica seriamente.
Debes lucir siempre a la perfección
Belleza y autoestima no tienen por qué estar directamente relacionados. Sin embargo, las personas con una falsa autoestima así lo consideran, y no tienen ningún reparo en trabajar para sentirse los más guapos del mundo. Harán todo lo posible para que su físico luzca lo mejor posible, y necesitan estar siempre muy arregladas: un grano, despeinarse o salir a la calle sin maquillaje es algo que les causa auténtico pavor. Y si en realidad eres una persona guapa, la falsa autoestima te hará creer que decepcionarás a quienes te conozcan de verdad.
Te gusta todo lo que subes a las redes sociales
Hay un montón de conductas en las redes sociales que delatan la falsa autoestima: comentar todo lo que veas, aceptar a todo el mundo como amigo, comentar y compartirlo todo, inundar tus perfiles de selfies... Pero si hay un claro síntoma de baja autoestima este es, sin lugar a dudas, darle a Me gusta a tus propias publicaciones, y comentarlas siempre que se te presente la oportunidad -o incluso sin que se presente-. Es una forma de llamar la atención y generar un efecto llamada hacia tus publicaciones y, en consecuencia, hacia tu persona.
Intentas fingir una vida que no tienes
Se trata de un problema que también se manifiesta especialmente en las redes sociales, aunque se puede extrapolar más allá del mundo virtual. Cierto que todo el mundo intenta ofrecer la mejor imagen posible de sus vidas, pero los fenómenos Facebook e Instagram han facilitado que estas personas construyan una vida ficticia muy diferente a la que viven en realidad. Detalles, imágenes o vídeos falsos denotan esas ganas de llamar la atención para que la gente se fije en ellos, pero inconscientemente están manifestando unas debilidades que se acentuarán cuando se desenmascare la mentira.
¿Te sientes identificado con estas cinco conductas? Si es así quizá deberías plantearte si realmente tienes una alta autoestima o se trata de un problema de falsa autoestima, y si se da el segundo caso hacer todo lo posible por reforzar tu autoestima desde una perspectiva positiva, sin llevar al engaño a nadie, ni a los que te rodean ni a ti mismo.