La autoestima es una parte fundamental en la vida de las personas. Se trata del amor que sentimos por nosotros mismos, y es tan importante que condiciona, no solo la forma de sentirnos, sino también la capacidad para lograr aquello que deseamos. Pero, ¿qué hay detrás de nuestra autoestima? ¿Sabías que la autoestima tiene unos componentes que la forman? Dichos componentes son las que hacen que en ocasiones nuestra autoestima sea alta o por el contrario que nuestra autoestima sea baja, y eso es lo que vamos a revelar en este artículo.
Tener una buena autoestima no consiste en creernos los mejores en todo, sino en conocernos bien y saber cuáles son nuestras virtudes y nuestros defectos. De esta forma, podremos sacar lo mejor de nosotros mismos y tener la suficiente confianza para alcanzar los éxitos que nos propongamos. Una buena autoestima comienza a formarse desde bien niños. Sin embargo, si queremos potenciar nuestra autoestima es muy importante conocer cuáles son los componentes de la autoestima y lo que significa cada uno de ellos y al mismo tiempo, podrás conocerte mejor.
Cognitivo, emocional, conductual y afectivo: así son los componentes de la autoestima
En las siguientes líneas vamos a descubrir cuál es la función de cada uno de los componentes de la autoestima para que puedas conocer qué papel tiene cada uno de ellos y cómo nos afecta.
Componente cognitivo
El componente cognitivo de la autoestima se forma en base a la percepción que cada ser tiene de sí mismo. Mucha gente se conoce bien y sabe cuáles son sus virtudes, sin embargo, siente que no son suficientes. Es decir, no se acepta. Sin esta aceptación nuestra autoestima se verá mermada y caeremos en una frustración que de poco nos servirá, ni para sentirnos bien ni tampoco para alcanzar nuestros propósitos.
Componente emocional
El componente emocional de la autoestima está vinculado con la gestión de las emociones y el amor propio. Es entonces todo el conjunto de emociones, positivas o negativas que podemos experimentar a lo largo de nuestra vida. Por ello, dedicarse al día unos minutos para uno mismo es algo muy positivo que podemos hacer: autoconocimiento e introspección. Con el conocimiento de uno mismo se forma el autoconcepto, una base esencial para nuestra autoestima. Se trata de la imagen que tenemos de nosotros mismos, y cuanto más nos conozcamos más aproximada será a la realidad. Si no se aproxima, tanto para bien o para mal, nuestra autoestima se verá dañada.
Componente conductual
El componente conductual de la autoestima está relacionado como su propio nombre indica con nuestro comportamiento. Dicho componente, está relacionado con nuestra confianza. Tanto a nivel personal como profesional, la autoconfianza será un valor fundamental, ya que si pensamos que no podemos hacer algo, seguramente ni lo intentemos. Además, la confianza en nosotros mismos también nos servirá para llevar, de la forma mejor posible, los reveses de la vida. Y es que, todo lo que podemos afrontar está más en la confianza que tenemos de hacerlo, que en nuestra capacidad en sí misma. Por eso, confiar en poder salir adelante pase lo que pase, es una parte fundamental de nuestra autoestima.
Componente afectivo
El componente afectivo de la autoestima se relaciona con la forma en la que nos vemos a nosotros mismos. Aquí entran en juego las inseguridades del físico pero también las inseguridades en cuanto a lo que creemos que somos capaces de hacer y lo que no. Sea como sea, lo importante es trabajar nuestra imagen, nuestro amor propio, porque la autoestima es la clave del éxito, y también de la felicidad.