Cómo afectan las emociones a la autoestima

Así es cómo influyen tus emociones en tu autoestima

Las emociones y la autoestima forman una parte fundamental de nosotros mismos y están más conectadas de lo que pensamos. Las cosas nos afectan por nuestras emociones, reímos o lloramos dependiendo de la emoción que sintamos e intentar ocultarlo puede dañar nuestra autoestima. Emocionarnos es normal y a todos nos pasa de la misma manera.

Sí que es cierto que tenemos miedo a la opinión de los demás, y nos ponemos barreras para que no sepan demasiado de nosotros mismos. La verdad es que, resulta difícil no hacer caso a la opinión de los demás, pero aceptando que tenemos emociones y deshaciéndonos del miedo a expresarlas, podremos conseguir formar una autoestima alta y sobre todo sana. Porque inevitablemente, nuestras emociones influyen en nuestra autoestima y mucho más de lo que creemos.

¿Qué son las emociones?

Para entender bien cómo influyen las emociones en nuestra autoestima, tendremos que saber bien qué es una emoción. Las emociones son esas respuestas a estímulos de nuestro alrededor. Son las encargadas de proporcionarnos risa o llanto... las emociones hacen que se nos erice la piel, que queramos salir corriendo o que nos quedemos helados.

Todas las emociones son adaptativas y están aquí por algo. La emoción permite que nos adaptemos a nuestro entorno. Por ejemplo, gracias a una emoción como el asco podemos evitar comer sustancias venenosas, o por el miedo no nos metemos en ese callejón oscuro donde puede que nos pase algo malo. Por eso, aunque haya emociones negativas que nos hagan sentir mal, se trata de respuestas que son de los más útiles.

¿Qué es la autoestima?

Si le preguntas a cualquiera qué es la autoestima, seguramente te responda que se trata de la capacidad para querernos a nosotros mismos. Y aunque a esta afirmación no le falta razón, tenemos que matizar ciertas cosas que suelen pasarse por alto. Que una persona tenga autoestima no significa que piense que todo lo hace bien y que es perfecto, al contrario. Seguramente si te encuentras con alguien así, seguramente tenga menos desarrollada la autoestima de lo que parece. Autoestima es aceptarse a uno mismo, conocer sus puntos fuertes pero también sus limitaciones. Las personas con autoestima alta se aceptan, se perdonan y saben cuáles son las cualidades que deben aprovechar al máximo.

Autoestima y emoción

La relación entre autoestima y emoción podemos encontrarla en lo que son los pensamientos. Es importante que entendamos que lo que pensamos es la causa directa de lo que sentimos. De este modo, alguien puede insultarnos, pero si no damos crédito a sus palabras, no tendremos la emoción negativa que se espera. Por el contrario, si tenemos pensamientos negativos acerca de nosotros mismos, nuestras emociones serán negativas. Si pensamos que somos feos, que no valemos para nada o que todo lo hacemos mal, lo más normal es que experimentemos con regularidad tristeza o ira. Este es uno de los principales problemas que hacen que nuestra autoestima se vea dañada y que entremos en un bucle en el que será complicado salir.

Trabajar los pensamientos negativos

Una vez hemos situado en el centro de la relación y emoción los pensamientos, vemos la poderosa influencia que estos últimos tienen sobre nuestra vida. Disponer de una autoestima sana es esencial para la inteligencia emocional, para conocernos y para tener una buena calidad de vida. Pero si no controlamos nuestros pensamientos negativos, no podremos tener una autoestima en condiciones.

Es normal tener algún pensamiento negativo, el problema surge cuando nos encontramos en una rueda en la que salir de la negatividad es complicado. Los pensamientos recurrentes con tintes negativos son fáciles de entrar pero difíciles de salir y si no nos enfrentamos a ellos, veremos como nuestras emociones son negativas y nuestra autoestima baja estrepitosamente.

Es importante identificar los pensamientos negativos, razonarlos y luchar contra ellos. De esta forma, podremos cambiarlos y obtener una sana autoestima y una forma de vida mucho más saludable.

Fuentes consultadas:

  • Bisquerra, R. Pérez, N. (2007). "Las competencias emocionales". Educación XXI, 10. Págs. 61-82.
  • Goleman, D. (2002). Inteligencia Emocional. España, Barcelona. Editorial Kairós.

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Mamen Palanca

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad CEU Cardenal Herrera. Amplia experiencia en el campo de la redacción de artículos y reportajes de diferentes temáticas, destacando la psicología. Por este motivo, actualmente continúa su formación académica cursando los estudios de Grado en Psicología por la UNED, motivo por el cuál es una apasionada del campo de desarrollo personal y la gestión emocional.

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