Día a día, caemos en las redes de ciertos comportamientos que, sin darnos cuenta, dañan nuestra autoestima. Se trata de hábitos cotidianos que hemos incorporado con total normalidad a nuestra vida diaria, y que acaban comprometiendo la imagen que tenemos de nosotros mismos y el amor que nos tenemos.
Según apunta el psicólogo Martin Ros en su libro "El Mapa de la Autoestima", las personas desarrollamos la autoestima en base a dos elementos: las hazañas y las anti-hazañas. Las primeras hacen referencia a todas aquellas circunstancias, méritos, virtudes y cosas que vivimos cada día, que nos hacen sentirnos orgullosos de nosotros mismos y que también nos proporcionan un prestigio social. Sin embargo, las anti-hazañas, son todo lo contrario, pues se refieren a todas esas situaciones y cosas que hacemos cada día, y que provocan en nosotros un auto-desprecio, es decir, devalúan poco a poco nuestra autoestima.
Cada acción del día a día cuenta para construir nuestra autoestima
Repasamos algunas cosas que hacemos a diario y que, conscientes o no de hacerlas, perjudican seriamente a nuestra autoestima:
1. Emplear un lenguaje tóxico
Existen una serie de palabras y de expresiones en nuestro vocabulario cotidiano que resultan verdaderamente letales para nuestra autoestima. Véase el caso de expresiones como: "qué desgracia, siempre me toca lo peor, todo me sale mal, o soy un auténtico desastre"... Lo cierto que es este lenguaje intoxica nuestra percepción de nosotros mismos, y supone un ataque frontal y directo hacia la autoestima. Estas expresiones, además de hacernos sentir mal, tienen otro elemento muy peligroso y es que, nos impiden también mejorar.
2. Quejarse de todo
Si el vocabulario tóxico es uno de esos elementos del día a día que más comprometen nuestra autoestima, tampoco se deben pasar por alto las quejas. Y es que, cada vez que nos quejamos y mostramos un punto de vista negativo sobre algo, inconscientemente, aplicamos también ese punto de vista negativo sobre nosotros mismos. Por lo tanto, debes evitar poner pegas a todo, porque cuantas más quejas registres cada día, peor te juzgarás a ti mismo a corto plazo.
3. Poner las necesidades al final de las prioridades
Si te paras a pensar cuánto tiempo dedicas cada día a los demás, y cuánto te dedicas a ti mismo, es probable que te des cuenta que diariamente pierdes mucho tiempo en los demás, y reservas muy pocas energías para ti mismo. Esto también ocurre cuando nos empeñamos en complacer siempre a los demás y repetimos este comportamiento día tras día, sin llegar a escoger nunca lo que verdaderamente deseamos. Por ello, es necesario acostumbrarse analizar nuestro día a día cada día, y descubrir cuántas veces ponemos nuestras necesidades al final de la lista de nuestras prioridades. Sólo así, aprenderemos a revertir esta situación, que tanto daño hace a nuestra autoestima. No te dejes de lado y cuídate a ti mismo.
4. Exigirse demasiado
Otro error frecuente que muchas personas cometen cada día (sobre todo las más perfeccionistas) es el hecho de exigirse demasiado en todo lo que hacen, en todo aquello en lo que ponen el objetivo. Las personas aprendemos a crecer si salimos de nuestra zona de confort y exploramos el mundo alrededor. Sin embargo, no es conveniente caer en el error de ponerse más presión de la cuenta porque, al final, esto daña tu autoestima y no te permite ser feliz.
5. Procrastinar
Este es, sin lugar a dudas, uno de los problemas más frecuentes a los que solemos enfrentarnos en el día a día. Dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, daña, y mucho nuestra autoestima. Y es que, cuando dejamos de cumplir nuestras obligaciones, las tareas se empiezan a acumular, y empezamos a dejar de sentirnos capaces de poder hacerlas. Por lo tanto, si quieres evitar esa frustración y que tu autoestima disminuya, debes empezar a dar de lado a la procrastinación.
Fuentes consultadas:
- Quintilla, H. G. (2018). Autoestima para vivir: Cómo confiar en ti mismo y lograr lo que deseas. Ediciones Paidós.
- Ross, M. (2013). El mapa de la autoestima. Editorial Dunken.