Cuando los demás nos ven de una forma favorable, nuestra autoestima va en aumento, por ello, es tan importante que practiquemos el autoensalzamiento. Pero, un momento, ¿qué es eso del autoensalzalimento, en qué consiste? ¿Qué utilidad tiene para nuestra autoestima y para nuestras fortalezas? Hoy en Refugio del Alma te lo contamos, no te lo pierdas.
¿En qué se basa el autoensalzamiento?
Al hablar de autoensalzamiento, nos referimos a la motivación que lleva al ser humano a realzar sus aspectos más positivos o, también, a reforzar sus fortalezas, atenuando así sus aspectos más negativos.
El ensalzamiento propio o autoensalzamiento es, según apuntan muchos psicólogos, una necesidad fundamental del ser humano, ya que esta necesidad de vernos de forma positiva influye de manera decisiva sobre nuestro amor propio. El autoensalzamiento tiene, por lo tanto, muchos aspectos positivos para el ser humano, ya que a través de esta motivación conseguimos también que los demás nos vean de forma favorable, lo que se traduce en un mayor bienestar, menos estrés y unos altos niveles de confianza y seguridad en uno mismo.
¿Cuál es la línea que separa el autoensalzamiento del orgullo?
Como hemos visto, todos los seres humanos tenemos la necesidad de mostrar nuestros aspectos positivos, nuestras capacidades y nuestras destrezas a nosotros mismos, y también a los demás. El autoensalzamiento es, por lo tanto, un comportamiento normal que nos sirve como herramienta para adaptarnos mejor al mundo en el que vivimos, pero que tiene diferentes sesgos, y uno de ellos es el orgullo.
En este sentido, una persona orgullosa es aquella que utiliza sus propios logros, sus méritos o sus virtudes con un único fin: el de humillar a los demás. Sin embargo, el autoensalzamiento sería la versión más saludable del orgullo, según afirman los expertos, ya que se trataría de un orgullo pero enfocado de una forma positiva, es decir, un orgullo que respeta a los demás.
Las personas orgullosas son, por lo tanto, las que tienen un exceso de confianza en sí mismas, y todo lo que piensan sobre sí mismas no puede ser menos que perfecto. Además, estas personas suelen utilizar el autoensalzamiento como un mecanismo de defensa en la vida, y no como una motivación para realzar sus aspectos más positivos.
Una buena autoestima como equilibrio
El autoensalzamiento influye de forma directa en la autoestima, y la autoestima es uno de los elementos fundamentales que todo ser humano necesita para poder alcanzar el equilibrio emocional.
Y es que el valor que cada persona se da a sí misma es un elemento de vital importancia para lograr el propio bienestar y conseguir el equilibrio. De hecho, un juicio poco realista y demasiado negativo, puede generar reiteradas decepciones en el ser humano, mientras que cuando uno mismo da valor a sus propias cualidades, es posible mejorar en gran medida la propia autoestima.
A estas alturas, es más que probable que sepas que la autoestima es la valoración que cada persona hace de sí misma. Se trata de un concepto que tiene mucho que ver con el yo, y con la forma en la que cada uno se percibe a sí mismo. Este concepto del yo mismo se va construyendo a lo largo de toda la vida a base de la información que nos llega de los demás, que se va añadiendo paulatinamente al concepto que cada uno tiene de sí mismo. Por ello, una buena autoestima suele provocar un efecto positivo en la vida de las personas y en los distintos procesos a los que deben hacerse frente se afrontan con seguridad, motivación y una dosis extra de optimismo.
En definitiva, una buena autoestima le aporta equilibrio a nuestra vida. Y para lograr que la autoestima de cada uno sea cada vez mayor, es necesario hacer un ejercicio de autoevaluación realista en donde también entra en juego el autoensalzamiento.
Fuentes consultadas:
- Aramburu Oyarbide, M. Guerra Plaza, J. (2016): "Estrategias de autoverificación y autoensalzamiento del yo". Universidad del País Vasco