Cuando hablamos de autoconcepto nos referimos a la percepción que tenemos de nosotros mismos. Y es que, al igual que cuando nos miramos a un espejo hacemos una retrospección hacia nuestro interior, descubrimos también muchas de las características que definen nuestro yo, especialmente en el sentido más espiritual.
Autoconcepto y autoestima son dos términos que, desde el punto de vista de la psicología, están íntimamente ligados. Desde la psicología, el autoconcepto se define como la suma de creencias que tiene una persona sobre sus propias cualidades personales. Es decir, lo que cada persona sabe sobre sí misma, y también lo que cree que sabe. El autoconcepto se va definiendo poco a poco a medida que va pasando la vida, y está formado tanto por la interpretación de las propias emociones, como por los rasgos conductuales, así como por la comparación del yo con la del otro.
Por lo tanto, la autoestima es cómo nos sentimos con nosotros mismos, en virtud del autoconcepto que tengamos sobre nosotros mismos, tendremos una autoestima más alta (si nos valoramos lo suficiente) o una autoestima más baja (si consideramos que somos menos válidos).
Aprende a definirte para trabajar la buena autoestima
Desde el autoconcepto podemos trabajar para conseguir un yo más fuerte y una autoestima más alta. Empieza a poner en práctica estas claves y conseguirás tu objetivo:
Céntrate en lo positivo de ti
Para ello, sólo tienes que alejar los malos pensamientos y las emociones negativas y poner el foco en todas las cualidades y características buenas que tienes.
Aprécialas y siéntete orgulloso de ti mismo cuando te evalúes personalmente. Está demostrado que cuando una persona se recuerda a sí misma todos los días cuáles son sus principales fortalezas y logros, se convierte en una persona más confiada y construye poco a poco su propia resiliencia.
Busca el sentido de tu vida
No hay nada mejor que ponerse retos y marcarse metas en la vida para desarrollar así los propios recursos personales. Tener objetivos vitales te motiva a buscar y te ayuda a encontrar un sentido a tu existencia. Busca el sentido de tu vida y tendrás un mejor concepto de ti mismo cuando lo encuentres.
Busca el apoyo de los demás
Seguro que tienes a tu alrededor a muchas personas capaces de darte soporte y afecto cuando lo necesitas. Debes apoyarte en ellos cuando precises compartir tus sentimientos o tus problemas. Apoyarte en los demás te ayuda a trabajar el concepto sobre ti mismo y, además, te enriquece personalmente.
Ábrete al cambio
Ser una persona flexible contribuye a tener una mejor autoestima y también un mejor concepto de uno mismo. Cuando consigas ser más adaptable a determinadas situaciones que se te presenten en la vida, desarrollarás recursos personales que harán que tengas un mejor concepto sobre ti mismo.
Practica el optimismo
Cuando pasamos baches en la vida es complicado mantenerse con una actitud optimista, sin embargo, en estas situaciones complicadas lo que sí podemos hacer es mantener la esperanza para mantener así una autoestima sana y no permitir que los baches nos derriben.
Focalízate en soluciones positivas y deja de lado los pensamientos negativos cuando atravieses obstáculos en la vida, verás como trabajando desde una postura optimista eres capaz de tener un mejor concepto de ti mismo.
Con todas estas premisas, ¿cómo nos definiríamos cada uno a nosotros mismos?
- Tierno, B. (2007). Optimismo vital: Manual completo de psicología positiva. Editorial Temas de hoy.
- Valles, A. Valles, C. (2009). Autoconcepto y Autoestima en Adolescentes. Editorial: Escuela Española.