Entendemos la responsabilidad como la capacidad de la que disponemos las personas para responder adecuadamente ante una determinada situación. Y, curiosamente, son las personas que cogen las riendas de su vida y asumen la responsabilidad, las que tienen la autoestima más alta.
¿Cuál es la magia interior de las personas responsables?
Hablamos de:
- Una persona responsable es aquella que sabe buscar siempre la mejor manera de solucionar los problemas que le plantea la vida y que emplea todo su tiempo en buscar soluciones y no en buscar a culpables.
- Asimismo, una persona responsable es aquella que sabe luchar por sí misma para lograr sus objetivos, y que se deja la piel por alcanzar sus metas sin esperar a que sean otras personas o el propio destino, quien les ayude a conseguirlas.
(Anton Watman) || Shutterstock
Asumir la propia responsabilidad ante todo lo que nos pase en la vida, es decir, coger las riendas de nuestra propia vida, nos hacer tener más confianza en nosotros mismos. En definitiva, asumir estas responsabilidades nos hace estar más preparados para la vida, porque aumenta la seguridad en nosotros mismos y, por lo tanto también, aumenta nuestra autoestima.
Pero en el lado opuesto están las personas que no se ven capaces de asumir sus propias acciones y de solucionar sus propios problemas (no por deseo expresao, sino especialmente por dificultades a la hora de gestionar sus tareas o menesteres), lo que les hace sentirse más vulnerables e inseguras consigo mismas.
Este tipo de perfiles se corresponden con el de personas con una baja autoestima, porque al no asumir el control de su propia vida y al cederle este control a los demás, nunca jamás tienen la sensación de que gozan del poder de cambiar o de mejorar su propia vida.
Responsabilidad: Clave esencial para la autoestima
El psicoterapeuta canadiense Nathaniel Branden definió los seis pilares de la autoestima, y destacó que uno de ellos es, precisamente, la práctica de la responsabilidad que cada uno debe tener con sigo mismo.
Según este experto, para sentirnos realmente competentes para vivir y ser dignos de la felicidad, es necesario que experimentemos una sensación de control sobre nuestra vida. En su opinión, esto exige estar dispuesto a asumir la responsabilidad de todos nuestros actos, así como la del logro de nuestras metas, lo cual significa que asumimos entonces la responsabilidad de nuestra vida y de nuestro bienestar.
Por ello, la responsabilidad que cada uno ejerce sobre sí mismo es la clave esencial para la tener una buena autoestima, y es también el fiel reflejo o la manifestación de la propia autoestima. Según Nathaniel Branden, ser responsable con uno mismo implica ser responsable de: la consecución de los propios deseos, las acciones y decisiones propias, del nivel de conciencia que cada uno dedica al trabajo, de la conducta propia con otras personas, de la manera de jerarquizar el tiempo, de la calidad del propio trabajo, de la felicidad personal, y de elegir los valores con los que cada uno quiere vivir.
Vive de forma responsable: Tu autoestima te lo agradecerá
Ahora que sabemos que coger las riendas de la propia vida es una de las claves esenciales para tener una alta autoestima, toca ponerse a trabajar para empezar a vivir de una manera responsable o lo que es lo mismo, empezar a admitir que ante las propias necesidades, no vamos a tener a nadie que venga a solucionarlas, porque debemos ser nosotros mismos quienes asumamos la responsabilidad de nuestra propia vida.
Hacerse responsable de la propia vida significa también tomar las riendas de las propias decisiones, manejarse con cierta diligencia ante los problemas que se nos plantean cada día, y ser responsables también de nuestras propias emociones y sentimientos.
Debemos partir de la base de que en la vida no todo se puede controlar, por lo que no podremos hacernos responsables de esos hechos que se escapan de nuestro control. Sin embargo, sí que podemos responsabilizarnos de las coas que dependen directamente de nosotros mismos.
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- Branden, N. (1995). Los seis pilares de la autoestima. Paidós.
