Cómo conseguir tu equilibrio afectivo

Construyendo nuestro equilibrio afectivo

El equilibrio afectivo se rige siempre por una adecuada armonía interna. El equilibrio afectivo es entendido como el bienestar a nivel emocional, en definitiva, cuando alcanzamos este equilibrio, gozamos de un estado de salud óptimo a nivel emocional. Pero ¿cómo podemos alcanzar el equilibrio afectivo cuando la vidsa nos trae circunstancias que alteran ese equilibrio afectivo y nos desestabilizan?

Focalizar nuestro estado de ánimo

Los procesos de regulación afectiva son inherentes a todo ser humano. De hecho, estos procesos se activan de forma casi complementaria a nuestros procesos emocionales.

Algunos sucesos o experiencias que nos ocurren en la vida pueden alterar nuestro estado de ánimo habitual y sin embargo, de repente, nuestra mente empieza a activar estrategias de regulación. Algunos de estos procesos de regulación afectiva son, por ejemplo, respirar hondo cuando nos sentimos desbordados, incluso, recordar aspectos positivos de cada situación.

La cuestión principal es que estos procesos van encaminados a focalizar en nuestro estado de ánimo y se dirigen a modificar un estado emocional concreto que deseamos cambiar.

Bajemos las expectativas

Bajar las expectativas ante lo que esperamos de la vida, es otra de las claves esenciales para conquistar el equilibrio emocional. Esto no quiere decir que debamos vivir sin expectativas, ni mucho menos, ya que el carecer de expectativas nos genera frustración. Significa simplemente que, ponernos unas expectativas demasiado altas en la vida, no nos permite ser libres, pues vivimos lastrados por unos objetivos que, difícilmente, seremos capaces de cumplir.

Y es que, vivir con expectativas demasiado altas o poco realistas es uno de los factores que nos aleja de ese equilibrio afectivo en la medida que nos sentimos frustrados y esto supone un problema emocional en la medida que nosotros mismos observamos que las cosas no están saliendo como nos gustarían.

Vivir sin expectativas

Mark Nazh || Shutterstock

La clave para rebajar las expectativas es aprender qué es exactamente controlable por nosotros mismos, y qué cosas se escapan de nuestro control. Ese miedo a perder el control nos permise a todo, pero por ejemplo, pensar que es imposible controlar el pensamiento y el comportamiento de los demás nos puede ayudar. Cada circunstancia puede ser un mundo completamente diferente.

Intentar controlar lo que no es controlable es sinónimo de frustración, y la frustración es un sentimiento que pone en serio riesgo nuestro equilibrio afectivo.

Trabajemos nuestra autoestima

Cuando una persona tiene una baja autoestima, siente que nada funciona a su alrededor. Y es que la autoestima es otro de los factores que influyen de manera decisiva sobre nuestro equilibrio afectivo. Con una baja autoestima nos encerramos en nuestra zona de confort, y somos incapaces de luchar por aquello que realmente queremos y deseamos en la vida.

Averiguar cuál es el origen de la baja autoestima es el primer paso para conquistarla de nuevo y volver a alcanzar poco a poco el equilibrio afectivo. Hacerse preguntas y desvelar el por qué de tus miedos, puede ayudarte.

Otra de las cosas que podemos hacer para trabajar la autoestima es intentar aquello que nos resulta imposible, aunque nos sobrevuele el miedo a fracasar. Y es que, se ha demostrado que el principal enemigo de la autoestima, es quedarnos de brazos cruzados y no hacer nada.

Y ¿qué tal si a partir de ahora empiezas a cambiar objetivos por valores? Porque si marcarse grandes objetivos en la vida puede ser sinónimo de frustración, ¿por qué no empezar ahora a guiarse por los valores? Y es que los valores son la hoja de ruta del ser humano, son aquellas cualidades por las que somos apreciados y considerados, tanto por nosotros mismos, como por los demás. Son, en esencia, nuestro bien más preciado.

Fuentes consultadas:

  • Hervás, G. O. N. Z. A. L. O., & Vázquez, C. A. R. M. E. L. O. (2006). La regulación afectiva: modelos, investigación e implicaciones para la salud mental y física. Revista de psicología general y aplicada59(1-2), 9-36.

Share this post

Carolina Ferreiro

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Mi vocación es contar noticias y transmitir información útil y relevante para los demás. Escribo noticias relacionadas en medios de referencia relacionados con el empleo, cursos, orientación académica, y actualidad educativa. En el día a día disfruto con todos los temas que están relacionados con la maternidad (feliz mamá de dos hijos), la infancia y la familia. Asimismo, me interesan mucho todos los asuntos que atañen a la nuestra psicología, salud y nuestra alimentación.

[fbcomments]