La autoestima es una parte fundamental de la personalidad de una persona. Se trata de una valoración que puede darnos una fuerza que influya en cada uno de los momentos de nuestra existencia. Poseer una fuerte autoestima es una característica esencial de las personas que tienen inteligencia emocional. Así, el hecho de tener una alta autoestima está relacionado con poseer una valoración personal positiva de nosotros mismos. Es decir, una percepción que abarca todos los campos de nosotros mismos, la manera en la que nos vemos, tanto de nuestra forma de ser y comportarnos, como de nuestro físico.
Se habla mucho de la autoestima hoy en día, pero la realidad a menudo existen problemas para diferenciar entre autoestima y autoconcepto porque no, al contrario de lo que muchos piensan, no son lo mismo. Por eso, antes de profundizar sobre el significado de autoestima, deberemos distinguirlo bien de lo que es el significado de autoconcepto. Conociendo bien ambas definiciones, podremos saber más sobre nosotros mismos y conocer los puntos para mejorar nuestra autoestima, y por tanto, nuestra vida.
El significado de autoestima
Cuando hablamos de autoestima pensamos en un conjunto de pensamientos, sentimientos, emociones y percepciones que tenemos sobre todo nuestro ser como conjunto. Lo que pasa es que esta valoración personal puede ser negativa o positiva, por lo que podemos sentirnos con más valía o menos.
La forma en la que nosotros nos sentimos con nosotros mismos es nuestra autoestima. Se trata de una valoración que escapa a toda lógica o razón. Es una emoción que nos permite valorarnos y atrevernos con nuestra vida. Una persona con autoestima alta siente la confianza para hacer aquello que desea en cada momento. En cambio, si nuestra autoestima baja, nos sentiremos decaídos y probablemente tengamos más miedo a fracasar antes las adversidades.
A lo largo de nuestra vida, la educación, las circunstancias del entorno y los acontecimientos que suceden en nuestro camino,podemos experimentar distintos tipos de autoestima y cada uno de ellos hace que la concepción que tenemos de nosotros mismos pueda adquirir un valor u otro a lo largo del tiempo. Por descontado, la autoestima en este punto está estrechamente vinculada con el amor propio que nos procesamos a nosotros mismos. A razón de ello, se dice que la autoestima está más vinculada con los tipos de emociones que experimentamos.
El significado de autoconcepto
El autoconcepto es algo que puede confundirse con la autoestima, pero existen diferencias notables. Hablamos de autoconcepto para referirnos al conjunto de cualidades que forman nuestra persona. Así que para saber qué es el autoconcepto entraría en juego todo aquello que tiene que ver con la imagen, eso sí, a nivel mental, que cada ser tiene de sí mismo.
Se trata de una definición cognitiva sobre lo que somos. Dentro del autoconcepto de una persona entraría por ejemplo la idea de los tímidos que somos o también de si somos más o menos altos. Por ello, el autoconcepto se forma en base a la idea que nos define, no hablamos de valorarnos, como sí sucedería en el caso de la autoestima.
Diferencias entre autoestima y autoconcepto
El punto de partida es el siguiente: para formarse la autoestima primero deberemos formar el autoconcepto. Es decir, primero definiremos nuestras cualidades (autoconcepto) para luego más tarde pasar a valorarlo (autoestima). Estos conceptos mantienen unas diferencias fundamentales.
- El componente cognitivo o emocional. Esta es la idea fundamental para distinguir la autoestima del autoconcepto. Mientras la autoestima es emocional, el componente principal del autoconcepto es cognitivo. Una persona puede considerarse más o menos delgada, pero la forma en la que esto influye en su autoestima, la fijará ella misma.
- Puedes comunicar el autoconcepto. No podemos explicar cómo es nuestra autoestima. Podemos decir que tenemos más o menos, o que la misma se encuentra por los suelos, pero no somos capaces de expresarla con palabras. En cambio, el autoconcepto sí lo podemos describir y transmitirlo tal cual.
La facilidad para cambiar. Al estar vinculada a la parte emocional, la autoestima no será fácil de cambiar. Eso sí, como podemos cambiar el autoconcepto. Cuando algo no nos gusta de nosotros mismos, podemos modificarlo. De esta forma estaríamos cambiando el autoconcepto, y favoreciendo a tener una mejor imagen de nosotros. Así, también podríamos modificar la autoestima.