Dice el mito griego que Narciso era un bello joven del que todas las doncellas se enamoraban. Sin embargo, las rechazaba a todas. También a la ninfa Eco, que fruto del rechazo acabó oculta en una cueva. Como respuesta, Némesis, diosa de la venganza, hizo que Narciso se enamorase de su propia imagen reflejada en una fuente, tirándose al agua y ahogándose. Donde murió creció un hermoso Narciso, y ya hace un siglo Sigmund Freud empezó a hablar del narcicismo y la personalidad narcicista.
Y no hace falta ser Freud para saber que las personas narcicistas, o con una personalidad narcicista, tienen ese perfil de persona tóxica del que tal vez deberíamos huir. A primera vista nos puede parecer alguien muy interesante, personas que tienen seguridad en sí mismas, personas que destacan y aprovechan muy bien sus virtudes... pero a medida que las conocemos nos damos cuenta de que no es oro todo lo que reluce, sino que se trata de unas personas muy inseguras, con una autoestima generalmente baja y poca confianza en sí mismas. Y eso se traduce en los mitos y verdades sobre el narcicismo.
Verdades sobre la personalidad narcicista
Una de las razones por las que la autoestima de las personas narcicistas está tan inflada -de manera artificial- es porque siempre quieren sentirse importantes, sin importar en qué situación estén. Ante una autoestima con estas características, estas personas creen que el mundo gira a su alrededor, y a veces a ti también te lo puede parecer, así que intentarán dar la nota y destacar a la mínima oportunidad. Otra verdad es que tienen un gran número de amistades, pero se trata de una verdad a medias. Una cosa es tener amigos, pero si la relación está vacía como es el caso nos queda la duda de si es verdad o mentira.
Otro de los rasgos que habitualmente se achacan a una personalidad narcicista es que no aceptan críticas, algo totalmente cierto. Ante cualquier crítica o llamada de atención que puedas hacer reaccionarás a la defensiva, acusándote incluso de envidiar su éxito, su confianza, etc. Una autoestima inflada es en sí un tipo de autoestima propia de personas realmente aduladoras. Sobra decir que un gesto más de su egoísmo, y puede ir acompañado de recordatorios sobre lo que han hecho por nosotros y la poco que se lo hemos agradecido. Y eso nos lleva a nuestro siguiente punto de interés, las mentiras asociadas al narcicismo.
Mitos sobre la personalidad narcicista
Y el gran mito es que los narcicistas se preocupan por los demás y los apoyan. Eso es lo que nos hacen creer, pero a la hora de la verdad se trata de una manipulación encubierta en forma de apoyo total a nuestras acciones. Nos apoyarán a cambio de algo, nos ayudarán siempre que haya una contraprestación a cambio y, si no la hay, se ofenderán. Esa necesidad de cultivar su ego también hace que sean personas de apariencia hipersensible, que se enojan fácilmente si no bailas a su compás.
Lo más seguro es que cuando estéis juntos te llenen de halagos y de cumplidos, pero a la hora de la verdad, cuando no estés junto a ellos, no dudarán en criticarte de la misma manera que critican al resto cuando están con nosotros. Gracias a las críticas se sienten más importantes, por lo que no dudarán en compararse con los demás de forma que siempre salgan ganando. Esto no es más que una estrategia para aumentar la autoestima, aunque el resultado nunca puede ser bueno.
Nuestra autoestima debe mejorar a base de logros y de estímulos positivos llegados desde fuera, no podemos ser nosotros mismos los que la inflemos de manera artificial. De lo contrario desarrollaremos esa personalidad narcicista que, como acabamos de ver, no es la más indicada para tener buenas relaciones sociales, familiares o laborales.