Por mucha confianza que tengas en ti mismo, siempre aparecen los problemas de autoestima. Hay personas que están mucho más capacitadas para hacerles frente, pero tan importante es conocer los problemas de autoestima más habituales como la forma de hacerles frente. Existen muchos tipos de problemas de autoestima y maneras de ponerles fin pero a continuación os hablamos de los más importantes.
Problemas más comunes de baja autoestima y posibles soluciones
Si detectas que puedes tener algunos de estos problemas de autoestima intenta ponerles solución antes de que vayan a más y hagan que tu autoestima empiece a descender.
No creer en lo que vales
La autoestima consiste en valorarse a uno mismo, así que si no te valoras lo suficiente y no crees que vales lo suficiente tendrás un problema de autoestima muy serio que, entre otras cosas, no te permitirá disfrutar de tus relaciones sociales y personales. La solución pasa por valorarse a uno mismo por el hecho de ser persona, y tratar de hacerlo siempre desde un punto de vista positivo, que siempre nos proporcionará un refuerzo más favorable a la hora de desarrollar nuestra autoestima y volver a ganar confianza en uno mismo.
Culpabilizarte
Está claro que de vez en cuando hay que asumir responsabilidades y entonar el mea culpa, es un gesto de madurez y fortaleza que no todo el mundo sabe hacer. El problema llega cuando se trata de algo patológico, que nos lleva a paralizarnos, a sentirnos excesivamente culpables o que provoca depresión, afectando nuestra autoestima. Es un sentimiento desagradable, y una buena estrategia para acabar con la culpa es examinar la situación desde un punto de vista lógico y atribuir su parte de culpa a cada uno de los responsables.
No creer en tus posibilidades
Un claro ejemplo de baja autoestima es no confiar en nuestras posibilidades de alcanzar una meta, por muy sencilla que sea. Ya sea en el ámbito laboral, familiar o social, la falta de confianza en uno mismo nos impedirá avanzar. La solución consiste en recordar los logros del pasado, aceptar que el fracaso está ahí pero nos da la oportunidad de aprender y seguir creciendo y por aprender nuevas cosas y estrategias que nos lleven a cumplir con nuestros objetivos, demostrándonos que tenemos posibilidades de conseguir lo que sea.
Buscar tu felicidad en los demás
Tu felicidad depende de ti, no de los demás. El problema de muchas relaciones tóxicas y peligrosas es que nos centramos en hacer feliz a otra persona, pasando por alto nuestra propia felicidad. Si la otra persona es feliz no pasa nada, pero si no cumples con ese objetivo que te has puesto sientes que has fracasado, lo que da paso a una baja autoestima. En este tipo de relaciones suele haber discusiones, malos tratos o rupturas, lo que causa un mayor descenso de la autoestima. Por eso hay que aprender a valorarse y a pensar en la felicidad propia como un elemento más para hacer felices al resto, no como un sacrificio para ello.
Compararte constantemente con los demás
Más que uno de los problemas que causan la autoestima baja es uno de sus efectos: te compararás con el resto del mundo, lo que hará que tu autoestima baje todavía más, entrando así en un círculo vicioso del que es muy difícil salir. Entre los peligros de compararnos están que siempre habrá una persona mejor que nosotros y que lo más fácil es que te compares con una persona de tu alrededor, una comparación errónea. Compararse suele dar paso a la envidia por los éxitos de la otra persona. En vez de tomar ese camino, es mejor sentir admiración por esa persona y que se convierta en un ídolo o referente del que tomemos los aspectos positivos para mejorar nuestra autoestima.