Siempre que hacemos algo bien nos sentimos orgullosos de nuestro logro, una actitud positiva con la que reforzar nuestra autoestima. Un orgullo que no tiene nada que ver con el que muestran las personas orgullosas, soberbias, que aprovechan ese logro para humillar y pasar por encima del resto del mundo, llegando a insultarlos si así se sienten mejor. El orgullo está catalogado como una emoción negativa, que se traduce en una actitud tóxica y perjudicial para el orgulloso y para quienes les rodean.
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Rasgos de las personas orgullosas y su forma de ser
Por ello, para saber un poquito más de esta emoción, es importante identificar a una persona orgullosa y saber cuales son sus rasgos de modo que tengamos las herramientas que necesitamos para alejarnos de ella y que su actitud no nos perjudique. A continuación encontrarás 5 claves para saber si una persona es o no orgullosa para que puedas decidir por ti mismo que medidas tienes que tomar en lo que respecta a tu relación con ella.
Fuente || Refugio del Alma
1- Sus logros, el monotema
Como decíamos, una cosa es disfrutar y compartir tus logros con los demás y otra bien distinta es pasárselos por la cara una y otra vez. Pues bien, eso es lo que hacen las personas orgullosas, regodearse de sus éxitos. Tal vez esto nos recuerda a la personalidad narcisista, pero en este caso ese ego se potencia mucho más todavía porque una persona orgullosa tienen la necesidad constante de estar recibiendo halagos y atención, sus logros serán el tema principal de todas sus conversaciones. A veces parece que viven en una competición a ver quién ha llegado más lejos, quién tiene más cosas, etc., una actitud que puede resultar exasperante para el interlocutor y que es un síntoma inequívoco de persona orgullosa.
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2- No aceptan críticas
No hay cosa que les duela más a las personas orgullosas que la crítica de otras personas a las que, probablemente, consideren inferiores a ellos. Es más, en vez de aceptar las críticas y tratar de buscar la solución para evitar que se reproduzca el problema, se defenderá de ellas de una forma que puede llegar a resultar agresiva. Igual que sucede con las personas tóxicas, una persona que sea orgullosa siempre tienen la excusa perfecta para explicar cualquier crítica que les hagas, un chivo expiatorio al que culpar de todos sus males. Es el segundo paso para identificar a una persona orgullosa, y está estrechamente ligado al tercero.
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3- Son incapaces de pedir perdón
Porque si no admiten críticas tampoco admitirán que han obrado mal y se disculparán antes quienes se hayan podido ver afectados por lo que han hecho. Su simple actitud orgullosa es razón más que suficiente para que se disculpen ante quienes les rodean, pero ese rasgo de orgullo ante los demás hará que su vida no sea plena, dificultando sus relaciones sociales. Además, dentro de los tipos de autoestima que existen, es posible que veamos a estas personas con la autoestima inflada y, por supuesto, estás personas tampoco serán capaces de perdonarse a sí mismos, un perdón mucho más importante del que puedan darles otros, lo que no ayuda a reducir el orgullo que puedan sentir.
4- Confían en sí mismos por encima de sus posibilidades
Otro síntoma de las personas orgullosas es que ese orgullo les nubla la vista, haciendo que confíen en sus posibilidades más de lo que deberían. Una actitud soberbia, que les puede llevar a cometer muchos errores fruto de ese exceso de confianza, unos errores que por otra parte no reconocerán. El orgullo, la dignidad y la autoestima son rasgos que guardan una relación estrecha entre sí, por eso a estas personas entre otras cosas, les gusta tener todo bajo su control, una de las cuestiones que explican esa confianza en exceso. Y cuando nos referimos a todo bajo control se incluyen las opiniones y acciones del resto de la gente.
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5- Disfrutan del fracaso de los demás
Si la primera prueba de que alguien es un orgulloso es que solo habla de sus logros, la última será su actitud hacia los éxitos y fracasos de los demás. Este es un rasgo que los define a la perfección ya que los triunfos ajenos harán que se sientan mal, les picará el gusanillo de la envidia; pero cuando llegan los fracasos ajenos los disfrutan como nadie. A su parecer, la otra persona se merecía lo que le ha pasado, ese fracaso o ese fallo. Cierto que esto es algo que hemos sentido todos alguna vez, pero el problema llega cuando el orgullo por el fracaso ajeno es constante.
Ahora que ya sabes cuáles son los principales rasgos de las personas orgullosas lo siguiente que debes hacer es analizar tu entorno. ¿Cumple alguien de tus allegados algunas de estas características?
¿Es malo ser una persona orgullosa?
Ser una persona orgullosa en sí mismo no es algo malo. El orgullo puede ser una fuente de motivación y autoconfianza, y puede ayudar a las personas a sentirse seguras de sí mismas y de sus habilidades. Sin embargo, cuando el orgullo se convierte en un rasgo exagerado y tóxico, puede afectar negativamente la vida de una persona y las relaciones con los demás.
Por ejemplo, una persona orgullosa puede negarse a pedir ayuda o asistencia, incluso cuando la necesita desesperadamente, lo que puede llevar a situaciones difíciles o peligrosas. También pueden tener dificultades para aceptar críticas o retroalimentación, lo que puede limitar su crecimiento personal y profesional.
Además, el orgullo excesivo puede hacer que una persona se sienta superior a los demás y, por lo tanto, dificultar la construcción de relaciones saludables y significativas. Puede ser difícil para alguien orgulloso aceptar la vulnerabilidad y la necesidad de otros, lo que puede limitar su capacidad para conectarse emocionalmente con las personas.
¿Cómo afrontar una relación con una persona muy orgullosa?
Lidiar con una persona orgullosa puede ser un desafío, especialmente si la persona no está dispuesta a cambiar o reconocer su comportamiento problemático. Sin embargo, aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar a manejar una relación con una persona orgullosa:
- Practicar la empatía: Trate de comprender de dónde viene la persona orgullosa y lo que motiva su comportamiento. A menudo, las personas orgullosas pueden sentirse inseguras o temerosas, y el orgullo puede ser una forma de protegerse.
- Establecer límites claros: Es importante establecer límites claros sobre lo que estás dispuesto a aceptar y lo que no. Si la persona orgullosa cruza esos límites, debes comunicar tus sentimientos de manera clara y respetuosa.
- Comunicación clara y efectiva: Trate de comunicarse de manera clara y directa con la persona orgullosa. A veces, las personas orgullosas pueden sentirse amenazadas o desafiadas si sienten que están siendo atacadas o juzgadas.
- Fomentar la colaboración: Busque maneras de trabajar juntos en lugar de competir entre sí. A veces, las personas orgullosas pueden ser más abiertas a escuchar si se les presenta una idea o un desafío como una oportunidad de colaborar en lugar de una confrontación.
- Practicar la paciencia: Cambiar un comportamiento orgulloso lleva tiempo, y es posible que la persona orgullosa no cambie de inmediato. Es importante ser paciente y seguir practicando una comunicación clara y efectiva.
Consejos para lidiar las discusiones con una persona orgullosa
Las discusiones con una persona orgullosa pueden ser particularmente desafiantes, ya que a menudo se resisten a admitir cuando están equivocados o han cometido un error. Sin embargo, hay algunos consejos que puedes seguir para lidiar con estas situaciones de manera efectiva. A continuación, te proporcionaré algunos consejos prácticos para lidiar con las discusiones con personas orgullosas.
- Mantén la calma: Es importante mantener la calma durante una discusión con una persona orgullosa. Si pierdes la paciencia o te vuelves agresivo, es probable que la persona orgullosa se cierre aún más.
- Sé objetivo y claro: En lugar de centrarte en la persona orgullosa, céntrate en los hechos y en el problema en sí. Sé claro en tus argumentos y explica tus puntos de vista de manera objetiva.
- Escucha activamente: Escucha atentamente lo que la persona orgullosa tiene que decir, incluso si no estás de acuerdo con su punto de vista. A menudo, las personas orgullosas quieren sentir que se las está escuchando y que se respeta su opinión.
- Reconoce su punto de vista: Reconoce el punto de vista de la persona orgullosa, incluso si no estás de acuerdo con él. Si la persona siente que su opinión ha sido reconocida y respetada, es más probable que esté dispuesta a escuchar tu punto de vista.
- Busca áreas comunes: Busca áreas en las que ambos estén de acuerdo y enfócate en ellas. Trata de encontrar soluciones que sean aceptables para ambas partes.
- Haz preguntas: Haz preguntas para comprender mejor la perspectiva de la persona orgullosa. A veces, las personas orgullosas pueden estar más dispuestas a escuchar si sienten que se las está escuchando y comprendiendo.
- Mantén la dignidad: No pierdas tu dignidad durante una discusión con una persona orgullosa. Si la situación se vuelve demasiado tensa o desagradable, es mejor retirarse y tratar de resolver el problema en otro momento.
