Cultivar y cuidar nuestra autoestima significa tener una buena salud emocional y sentimental, implica una conexión en nuestro interior que nos hace sentir en paz y seguros de nosotros mismos. Y este es el motivo principal por el cual debemos cuidar y proteger nuestra autoestima así como conocer qué dimensiones forman nuestra autoestima y porque se estima que es importante que estén equilibradas. Hablamos de la autoestima física, espiritual, mental y social.
Cuáles son las 4 caras de la autoestima y qué implican
Seguro que alguna vez has sentido que tienes la autoestima baja y has decidido poner en marcha estrategias para evitarlo y para cuidar a esta amiga invisible que te da todo su apoyo desde lo más profundo de su interior. En ocasiones, tendemos a pensar que los placeres puramente físicos pueden ayudarnos a ganar seguridad y confianza en nosotros mismos, pero la auténtica realidad es que la autoestima depende directamente de nuestros valores, pero también de nuestra parte física, de nuestro lado social, y también de nuestros conocimientos y cultura.
Por ello, conviene tener en cuenta los cuatro aspectos que componen la autoestima para poner en marcha toda la maquinaria que nos ayude a preservarla. Estas son las cuatro caras que componen tu autoestima:
La cara física
'Mens sana in corpore sano', ¿conoces esta célebre frase?. El aspecto físico es uno de los pilares fundamentales que componen la autoestima, por ello, es tan importante que aprendamos a cuidar de nuestro cuerpo para preservar también una buena autoestima. Cuidar del cuerpo significa alimentarnos adecuadamente a través de una dieta saludable, practicar ejercicio físico, descansar correctamente y ser proactivo con todo lo que atañe a nuestra salud física y bienestar emocional y psicológico.
La cara espiritual
Esta cara de la autoestima está directamente relacionada con el sistema de valores que posee cada persona. Los seres humanos tenemos la oportunidad de enriquecer la cara espiritual de nuestra autoestima a través de la meditación, y nos cargamos de energía positiva cuando nos detenemos a analizar todo lo que nos pasa en nuestra vida.
La cara mental
Otro de los componentes esenciales de la autoestima es la cara mental, entendida esta como todos los nuevos conocimientos que podemos adquirir a lo largo de la vida. A través de la cara mental de la autoestima, somos capaces de ampliar nuestra perspectiva general del mundo, gracias a la educación y a la cultura que aprendemos desde la infancia.
La cara social, también conocida como emocional
En realidad, la cara social de la autoestima está íntimamente relacionada con nuestro lado emocional. Esto es debido a que no es posible entender nuestra vida emocional al margen de las relaciones que mantenemos con las personas de nuestro entorno.
Al poner en marcha algunos principios como la confianza en nosotros mismos o la seguridad personal, somos capaces de empatizar más y mejor con los demás.
¿Por qué se incide en que estén ordenadas?
Según hemos podido comprobar, la autoestima y sus cuatro caras recaen de forma directa sobre la autoconfianza en uno mismo. Y todas estas caras deben estar en orden para que nuestra autoestima no se debilite en ningún momento.
Por ello, es tan importante que dediquemos parte de nuestro tiempo a poner en orden todas y cada una de las partes que componen nuestra autoestima. De esta forma, cuando no te encuentres bien a nivel físico, deberás buscar nuevos hábitos que te carguen de energía y te hagan sentir mejor.
La autoestima es una señal de realización y equilibrio personal. Por ello, también es importante elegir correctamente a las personas de las que te rodeas, ya que ellas también son un pilar fundamental a la hora de mantener en equilibrio tu autoestima.
En este sentido, todos debemos procurarnos un círculo social conformado por gente que nos tenga afecto y que nos respete, y debemos igualmente eliminar a todas las personas tóxicas que no nos permiten construirnos una autoestima en equilibrio con nuestro propio yo.