Cómo se divide la memoria

Las claves para comprender el funcionamiento de la memoria

Tener buena o mala memoria es algo que a muchos nos trae de cabeza. Se trata de cómo aprendemos, nos relacionamos y como formamos nuestra propia identidad. Y es que, según lo que somos nos fijamos en unas cosas y memorizamos otras. Es así como se da pie a uno de los procesos más importantes de nuestro cerebro, la memoria. Sin embargo, hoy en día todavía existen dudas sobre el funcionamiento de la memoria y sus características.

La memoria no es un proceso completo, no recordamos todo lo que percibimos ni lo hacemos de forma correcta. Y es que, la memoria es un proceso mental complicado, que se define como la capacidad que tenemos los humanos para recordar. Pero eso no es todo, porque para comprender cómo funciona nuestra memoria también hay que saber que estas conexiones con los recuerdos se hacen posibles gracias a la conexión sináptica entre nuestras neuronas. Los problemas de memoria, vienen pues cuando las funciones de dichas neuronas no se cumplen al 100%. Para poner un ejemplo de lo importante que es la memoria humana y su funcionamiento solo tenemos que pensar en el lenguaje. Gracias a recordar las palabras, los sonidos y su significado, podemos establecer una conversación y comunicarnos con los demás seres humanos. Otro ejemplo, también lo encontramos en la supervivencia, y es que, si no sabemos qué es peligroso, no podremos evitar estas situaciones.

Funciones básicas de la memoria

Para comenzar a entender cómo funciona la memoria, lo mejor será entender primero de todo, sus funciones. Hemos de entender que desde que percibimos una información en un momento dado, hasta que la recuperamos en otro momento posterior, el proceso pasa por diferentes funciones. Así, el funcionamiento de la memoria se divide en tres partes diferentes.

Codificación

Antes de pasar a un almacén, codificamos la información. Por ejemplo, cuando nos presentan a una persona, nos dicen su nombre. Se trata de una codificación semántica, pero también podemos codificarla de forma acústica, visual...  La codificación es el momento en el que percibimos los estímulos, dependiendo de la atención que pongamos en el momento, de nuestro estado emocional y de otros factores, la codificación se hará de una forma más o menos efectiva. Por otra parte, también se ha demostrado que, cuanto más tiempo dediquemos a la codificación, menos tiempo tardaremos en recuperar la información.

Almacenamiento


Es la segunda parte de la división de la memoria. Una vez la información ha sido codificada pasa a ser almacenada. Existen varios almacenes en la memoria, podemos pasarla a la memoria a corto plazo, a la memoria a largo plazo o a la memoria de trabajo. La memoria almacena la información y puede enviarla de un almacén a otro. Si termina en la memoria a largo plazo, se trata de una información que permanece de forma prácticamente imperdurable.

Recuperación

La parte final de la memoria, es cuando las personas decimos que tenemos mala o buena memoria, porque podemos o no recuperarla. Se trata de la parte final del proceso de memoria y la más clave, pues nos permite traer al presente los recuerdos cuando los necesitamos.

Los almacenes de la memoria

Y si hablamos de las funciones de la memoria no podemos olvidarnos de sus almacenes de la memoria, donde se guarda la información para ser recuperada cuando sea necesaria.

Podemos hablar de la memoria sensorial en primer lugar, como la capacidad para registrar por un breve lapso de tiempo la información que percibimos mediante nuestro sentidos. Podemos distinguir tres tipos de memoria sensorial, la memoria icónica, basada en las imágenes, la memoria ecoica, en los sonidos y la memoria háptica, que se basa en el tacto.

La memoria a largo plazo es el almacén más permanente, consta de una capacidad ilimitada. Además, se puede distinguir la información que se recupera de forma consciente (declarativa) y la que se hace de forma inconsciente (procedimental). La memoria a corto plazo es otro almacén donde permanece la información de forma momentánea antes de pasar a la memoria a largo plazo. Es fugaz, aproximadamente de 45 segundos, y después o desaparece a causa del olvido o pasa a la memoria a largo plazo.

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Mamen Palanca

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad CEU Cardenal Herrera. Amplia experiencia en el campo de la redacción de artículos y reportajes de diferentes temáticas, destacando la psicología. Por este motivo, actualmente continúa su formación académica cursando los estudios de Grado en Psicología por la UNED, motivo por el cuál es una apasionada del campo de desarrollo personal y la gestión emocional.

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