La memoria es un proceso cognitivo que nos trae de cabeza. Y es que se trata de un proceso complicado, que alberga varios almacenes, distintos tipos de memoria y diversos procesos que explican que en ocasiones recordemos algunas cosas y otras veces se nos olviden otras. Además, con los años sucede una pérdida de la memoria causada por los cambios en el cuerpo humano. Todo esto hace que los problemas de la memoria sean habituales.
Así pues, existen diferentes causas por las que podemos sufrir problemas de memoria. Algunos eventos traumáticos de la vida pueden hacer que confundamos o incluso olvidemos algunos episodios. Otros aspectos como el estrés también producen problemas de memoria. Y, por otra parte, los problemas médicos como las lesiones en la cabeza, la fiebre, consumo de alcohol, deshidratación o enfermedades como el Alzheimer también pueden causar problemas de memoria.
Los síntomas de los problemas de memoria
Es bueno saber cuáles son algunos de los síntomas de los problemas de memoria por los que debemos comenzar a preocuparnos si tenemos problemas de memoria. Al notarlos, podemos acudir al médico, ya que se trata de una señal de que podríamos tener otra enfermedad más grave, por lo que deberíamos empezar a tratarnos de inmediato.
A todos se nos olvida alguna vez donde hemos dejado las llaves, o perdemos algún objeto personal como la tarjeta, pero debemos empezar a diferenciar cuando se trata de un olvido aislado, de un simple despiste o cuando parece que estamos empezando a sufrir problemas de memoria.
Los problemas de memoria más comunes pueden consistir en su forma más leve en perder objetos de forma continúa, olvidarse de acudir a citas o no tener soltura para encontrar las palabras adecuadas en una conversación. Por otra parte, existen algunos problemas más graves como olvidarse de realizar tareas que haces todos los días, como puede ser ducharse, confundirse de día de la semana, cambiar objetos de lugar...En estos casos el impacto a nivel psicológico y en el resto de ámbitos es mucho mayor. Así que en este momento sí que deberíamos preocuparnos por esta falta de memoria porque comienza a ser algo más serio.
También son evidencias de problemas de memoria, cuando una persona repite las mismas frases o preguntas durante la misma conversación, cuando le cuesta manejar el dinero o cuando se pierde en un lugar que conoce perfectamente. Lo más habitual es que estas personas tengan seres queridos preocupados por su comportamiento y por eso, acuden al médico. Además de ello, también contamos con algunos ejercicios que nos pueden ayudar a ejercitar la memoria y trabajar nuestros recuerdos y vivencias.
Las causas de los problemas de memoria
Entre las causas de los problemas de memoria podemos distinguir tres grupos principales, los problemas médicos, los emocionales y los de edad.
Pérdida de memoria por envejecimiento
Se trata del más normal y forma parte de la evolución normal del cuerpo humano. Si bien los olvidos son propios de todas las edades, ya que es imposible recordar todo lo que nos pasa, también es verdad que con la edad, la calidad de la memoria se deteriora de forma natural. No obstante, existen problemas más graves asociados a la edad como puede ser una demencia.
Pérdida de memoria por causas emocionales
El estrés, la ansiedad, los sucesos traumáticos... incluso algunos episodios agudos de ira pueden provocar olvidos. Cuando vivimos una situación estresante como un accidente, puede ser que no recordemos bien las cosas que han sucedido, bien porque el estrés no no los permite, bien porque prestamos tanta atención a los estímulos que suponen una amenaza que olvidamos el resto.
En las personas mayores suele ser habitual que se den casos de depresión, al sentirse solos. Esta depresión puede provocar problemas de memoria que en muchos casos se suele confundir con enfermedades como el Alzheimer.
Pérdida de memoria por causas de salud
En la mayor parte de los casos, se producen problemas de memoria que pueden ser tratados. Existen múltiples causas, como los efectos secundarios de algunos medicamentos, o una alimentación carente de vitaminas. También puede estar originado por el abuso de alcohol, a causa de un ictus, algunos tratamientos para el cáncer o la ansiedad o depresión.