Dentro del mundo de la psicología nos encontramos con diferentes ramas, y una de ellas es la de la psicología social, la vertiente que estudia las relaciones entre los seres humanos, en especial en los grupos y situaciones sociales, destacando la influencia de esta situaciones sociales en la conducta de las personas. Su objetivo es averiguar cómo nuestro pensamiento, sentimientos o comportamiento se ven afectados por la presencia de otras personas, ya sea real o imaginaria. Y de la psicología social se pueden sacar valiosas lecciones.
Reflexiones interesantes sobre la psicología social
Toma nota de las siguientes lecciones y reflexiones acerca de la psicología social y aplícalas en tu día a día en cada una de tus relaciones con tus amigos y familiares.
1. La temperatura influye en tu comportamiento
El calor hace que nos enfademos más fácilmente, pero también causa una excitación que, entre otras cosas, provoca un mayor índice de criminalidad en las zonas con climas cálidos, aunque la gente no asocie este éxtasis con la temperatura, sino con otras situaciones. En cambio, cuando te sientes rechazado notas una sensación de frío que te hace decantarte por las comidas calientes.
2. El efecto de las posesiones
Nuestra sociedad le da una importancia enorme a la propiedad privada de cada uno, lo que nos hace reacios a desprendernos de nuestras posesiones y nos olvidamos de que la felicidad está en las pequeñas cosas. Es lo que se conoce como efecto de las posesiones: estás dispuesto a pagar por lo que sea, pero te costará venderlo por el mismo precio. Hay estudios que hablan incluso de vender por el doble.
3. La importancia de la reprocidad
Por mucho que hagas algo desinteresadamente siempre esperas algo a cambio y esto no es positivo. Es algo que no dirás, pero que sentirás en tu interior. La reprocidad tiene un gran valor tremendo, y cuando haces un favor es justo que pidas otro a cambio, lo que refuerza nuestros lazos sociales. Por eso cuando pidas ayuda a alguien debes estar dispuesto a prestársela si se da la situación inversa.
4. Cuando alguien te mira eres más productivo
Otra de las lecciones sobre la psicología social es que cuando nos sentimos observados somos mucho más productivos. La simple presencia de una segunda persona en una habitación o una sala hace que seas mucho más productivo que si estuvieses tú solo, ya sea a la hora de trabajar o estudiar. Aunque sea una persona a la que no conoces o nunca volverás a ver, el sentirte observado hace que te esfuerces más. La única excepción es cuando comemos, momento en que odiamos ser observados según los autores de psicología social.
5. La comparación con el entorno como estímulo
Ya sea para vendernos cualquier producto o para que hagamos un favor a alguien, el hecho de que nos comparen con alguien de nuestro entorno hace que nos sintamos más predispuesto a actuar o a cambiar nuestros hábitos para sentirte mejor. ¿Cuántas veces has oído en publicidad lo de “tus vecinos ahorran x dinero al mes con este servicio”? La psicología social te explica por qué.
6. Cuanto más ves algo, más lo quieres
Otra estrategia muy utilizada en publicidad, y que también tiene su estrategia en la psicología social, es la repetición. Cuanto más vemos algo, más lo queremos. Ver esas imágenes también afecta tu estado de ánimo, ya sea positiva o negativamente, por muy breves que sean, y tu comportamiento cambia según lo que veas.
7. Hacemos lo que sea para encajar
Muchas veces renunciamos a nuestros principios para ser aceptados socialmente, y eso es algo que se ha demostrado en infinidad de ocasiones. En uno de los estudios de psicología grupal más llamativos, los sujetos debían dar la misma respuesta errónea que el “líder” a una pregunta simple. La gran mayoría lo hicieron, sabiendo que la respuesta era incorrecta, para sentirse parte del grupo.
8. El premio influye
Completamos la lista de las lecciones que debes aprender sobre la psicología social recordándote que aunque lo niegues, muchas veces actuamos movidos por la recompensa que podemos llevarnos si completamos con éxito nuestro trabajo. Eso sí, siempre que hablemos de premios sorpresa. Los incentivos fijos no son tan motivadores.