Cuando una persona experimenta un estado de depresión, puede no tener ni idea de lo que está pasando. Se siente triste y decaído, y puede pensar que se trata de una situación normal que, hasta que no se alarga en el tiempo y se agrava, no se empieza a tratar. La depresión es una situación muy incómoda para la persona que la vive, porque se acaba desgastando. Por suerte, existen ciertos comportamientos habituales de las personas que sufren depresión, unos comportamientos que detectados a tiempo pueden servir de gran ayuda para superar este gran bache.
Los síntomas más comunes del trastorno depresivo
Por otro lado, muchas personas pueden saber cómo se sienten pero no querer expresarlo, es lo que se llama depresión escondida. Puede estar pasándole a algún amigo o familiar. Si sospechas que alguien cercano tuyo, o tú mismo, puedes encontrarte en un estado de depresión, te recomendamos que te fijes en estos síntomas para detectar la depresión en una persona con los que poder hacer frente a este trastorno y poner en práctica las estrategias esenciales para combatir la depresión y volver a la normalidad. ¡Toma nota!
Comportamientos muy alocados
Puede que siempre haya sido así, pero si ves que alguien cercano a ti comienza a comportarse de forma extraña, teniendo comportamientos que no son propios de su forma de ser, puede que le pase algo más. Un subir y un bajar rápido y constante de las emociones, ciertos desequilibrios en cuanto expresar los sentimientos también están acompañados a este síntoma.
Otro de los ejemplos típicos de estos comportamientos serían los abusos de sustancias, las salidas nocturnas que se salen de lo normal o un comportamiento sexual demasiado frívolo. Es muy complicado de diagnosticar y aunque no lo parezca, esta es una de las claves para detectar la depresión en una persona. Y es que si bien hacer alguna locura de vez en cuando no es nada malo, cuando se convierte en algo exagerado y fuera de lo normal, puede que nos esté alertando de otra cosa.
Las defensas bajas
En esos momentos en los que las personas estamos deprimidas nuestro sistema inmune se resiente y somos más susceptibles de que las bacterias o virus nos ataquen. Si estás en un estado de ánimo bajo, seguramente te pongas más enfermo de lo habitual. Puede que se trate de cansancio o de ansiedad laboral, pero también puede ser que, si se presenta demasiado continúo, se deba a un estado de ánimo demasiado bajo.
Subida o bajada de peso
En este caso nos encontramos ante uno de los síntomas físicos de la depresión porque comer bien puede hacer que subamos o bajemos de peso, pero tener comportamientos anormales en cuanto a la alimentación también. Y es que la depresión puede causar falta de apetito o todo lo contrario. Si notas que tus hábitos alimenticios cambian, tendrás que empezar a preguntarte por qué.
Las personas con depresión no suelen ser fieles a las horas de comer. Si la depresión les quita el apetito, seguramente se saltarán comidas, ya que el hecho de llevarse un bocado a la boca les resultará un suplicio. Por el contrario, a mucha gente le entra hambre, por lo que comerá a todas horas y normalmente serán alimentos con un gran número de calorías vacías.
Irritabilidad
Una cosa es que la tristeza tenga su lado positivo y otra muy distinta estar triste por un tiempo continuado no suele ser plato de buen gusto para nadie, por eso, las personas que están deprimidas presentan un grado alto de irritabilidad. Se sienten a disgusto con la vida, nada les motiva, nada les gusta y no aguantan comentarios con la misma paciencia que antes.
Este es uno de los rasgos de la personalidad depresiva más comunes. Hemos de entender que, para una persona con depresión, enfrentarse al día a día es una tarea que puede ser muy pesada. Se necesita mucha energía para hacer frente a algo así, y cuando estamos deprimidos carecemos de energía. Por eso, es tan frecuente que la persona que está deprimida se sienta irritable e incluso rabiosa.
Abandona actividad que antes hacía
La persona deprimida no tiene interés por nada. Pierde las ganas de hacer cosas, pero no solo sus responsabilidades, sino también las actividades que antes le gustaban. Este forma parte también de uno de los síntomas de la depresión infantil más comunes. En general, los rasgos de la personalidad depresiva suelen cumplir siempre estas características. El deprimido no sale con amigos, deja sus hobbies y parece haber perdido el interés por ser feliz.
Entre los síntomas que nos alertan de una depresión, este es uno de los más habituales y también de los más peligrosos, pues abandonar actividades que nos hacen felices, puede agravar el cuadro depresivo. Y es que, la actividad, siempre nos ayuda a sentirnos mejor.