La función de la amígdala cerebral

La influencia de la amígdala en tus emociones

Tiene forma de almendra y está situada en nuestro cerebro. Si aún hay personas que piensan que nada tiene que ver nuestra emoción con nuestra razón, la amígdala deja claro lo científico y lo necesario que resultan todas nuestras emociones. Esta estructura cerebral está situada en lo profundo de nuestro cerebro, y forma parte no solo de los humanos, sino también de todos los vertebrados. La función de la amígdala es procesar todo lo relativo a nuestras emociones, por eso es tan importante.

Para saber qué es la amígdala lo primero que hay que tener en cuenta es que se encuentra donde tenemos nuestro instinto de supervivencia, de donde sale la fuerza para huir cuando nos atacan o la capacidad para repasar antes de un examen. La gestión emocional se centra siempre en la amígdala y por eso, saber más sobre esta estructura nos será realmente útil.

¿Cuál es el papel de la amígdala?

Lo fundamental es que gracias a la amígdala somos capaces de sentir emociones y también de percibir lo que están sintiendo otras personas. Gracias a ella sentimos miedo, ansiedad y también alegría. Los cambios de nuestro cuerpo como la sudoración cuando estamos nerviosos o las mariposas en el estómago cuando estamos enamorados, todas, dependen de esta pequeña almendra.

Tanto es así que notamos la amígdala en todo nuestro cuerpo. Si alguien nos persigue de noche en un callejón oscuro, nuestro corazón latirá más fuerte. Esto quiere decir que la amígdala está activada. Y es que, gracias a la amígdala, podemos reconocer la oscuridad como un factor de riesgo, o un boleto ganador de la lotería como algo por lo que alegrarnos. La amígdala nos ofrece la capacidad de huir o luchar, de notar emociones positivas y emociones negativas, es decir, de llorar cuando estamos tristes o de emocionarnos ante algo bonito.


Por eso, las personas que tienen esta estructura dañada, no pueden percibir situaciones de riesgo. Tampoco podrán alegrarse por una buena noticia ni entender por qué las otras personas se alegran, entristecen o enfadan. Por otra parte, la amígdala, también está relacionada con la memoria y el aprendizaje. Esto quiere decir que, en esta estructura cerebral, se encuentra la sede de la inteligencia emocional y de nuestros recuerdos emocionales.

Gracias a la amígdala podemos recordar situaciones, experiencias, y también podemos aprender todo lo relativo a nuestra existencia. Cualquier cosa que memorizamos, que estudiamos o que aprendemos, la recordamos gracias a nuestra amígdala.

¿Cómo influyen las emociones en tu cerebro?

La relación entre las emociones y el cerebro es realmente sorprendente. Cuando hablamos de emoción, nos referimos a un impulso que nos lleva a actuar. Si analizamos su raíz etimológica, veremos que emoción viene de e-movere, algo que nos empuja a actuar, a huir, atacar o luchar. Si bien es cierto que todos disponemos de esta serie de respuestas automáticas que nos llevan a movernos, también es verdad que nuestro aprendizaje, las circunstancias y las experiencias personales de cada uno, irán modelando este sistema de respuesta.

Por eso, por medio del recuerdo podemos sentir miedo ante una situación que nos recuerda a otra vivida en el pasado. Esto nos lleva al hecho de que muchas personas sientan miedo hacia cosas que a otras no les afecta. En realidad todo comienza con nuestros pensamientos. Si tenemos pensamientos de felicidad, de miedo o de ira, podemos sentirnos exactamente así. Por ejemplo, si vemos que hay un accidente cerca de nosotros, seguramente notaremos el efecto del estrés.

Y es que, al pensar en esta situación de alerta, nuestro cerebro comienza a liberar hormonas relacionadas con el estrés, lo que hace que nuestro cuerpo esté dispuesto a huir. En cambio, si estamos pensando en el ascenso que hemos conseguido en el trabajo, nuestro cerebro emitirá las hormonas relacionadas con la alegría.

Además, también hay emociones que se generan de forma inconsciente. Son situaciones que nos recuerdan a eventos anteriores, que se activan automáticamente.

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Mamen Palanca

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad CEU Cardenal Herrera. Amplia experiencia en el campo de la redacción de artículos y reportajes de diferentes temáticas, destacando la psicología. Por este motivo, actualmente continúa su formación académica cursando los estudios de Grado en Psicología por la UNED, motivo por el cuál es una apasionada del campo de desarrollo personal y la gestión emocional.

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