Descontrol emocional en niños

Cómo ayudar a un niño a controlar y reconocer sus emociones 

Es sumamente importante saber cómo ayudar a un niño a reconocer sus emociones. De esta forma, serán capaces de conocer mejor sus reacciones. En más de alguna ocasión hemos comentado lo importante que es educar a un niño en emociones, y la verdad es que esto es fundamental para su desarrollo. Por eso, también es de suma importancia proporcionar herramientas y técnicas para que los niños sepan poner nombre a sus emociones y en la medida de lo posible puedan desarrollar un control interno de las mismas.

Así, enseñar a los niños a reconocer sus emociones hará que puedan solucionar sus problemas manteniendo el control sobre sus emociones como los miedos, los temores y angustias con el paso de los años. Sólo así encontrarán estrategias que se convertirá en recursos útiles para su vida como adultos. Esto parece fácil decirlo, pero si tenemos en cuenta lo complejo a los propios adultos le resulta el proceso de gestión emocional, cuanto antes comencemos, mejor.

Debemos tener en cuenta que la mayoría de los problemas emocionales de los niños de hoy se debe a reacciones de ira y agresividad. El trabajo de padres y madres es intentar, por todos los medios, que estos niños puedan identificar sus emociones para manejar estas reacciones.

Consejos para enseñar a un niño a ponerle nombre a sus emociones

Si quieres ayudar a tu hijo a controlar sus emociones, lo primero que debes hacer es enseñarle a reconocerlas. Ahora bien, si tú mismo no sabes reconocerla, poco podrás hacer. Por tanto, el primer paso será asegurarte de que tú, como adulto, eres capaz de controlar tus emociones y no que ellas te controlen a ti. Ya sabemos, si los padres son estables a nivel emocional los niños serán felices, y la mejor lección para un niño es la que se basa en las actuaciones de sus referentes.


En cuanto al trabajo con ellos, puedes intentar enseñarles a tus hijos a reconocer las diferentes emociones mostrándoles, por ejemplo, dibujos, o ejemplos con expresiones faciales. Se trata de una manera muy didáctica de ayudar al pequeño a que desarrolle su inteligencia emocional. Es más, no sólo será capaz de identificar sus emociones, practicando así, el niño también será capaz de reconocer las emociones de los demás y por tanto desarrollar su empatía poquito a poco. A continuación vamos a comprobar algunos de los consejos para enseñar a un niño a identificar sus emociones y que nos ayudarán a conseguir el objetivo deseado.

Enseña a tu hijo a calmarse

Incluso nosotros, como adultos, en ciertas ocasiones experimentamos arranques emocionales. No obstante, en la edad infantil son mucho más frecuentes. Estos arranques en los que los pequeños quieren salirse sí o sí con la suya, pueden ser el momento ideal para enseñarles un poco de autocontrol. Aunque no lo creas, controlando esas rabietas del niño, lograrás que el niño aprenda a enfrentar la frustración y seguir adelante. Ver que no sucede absolutamente nada si no consigue lo que quiere. Por ejemplo, una buena forma de detener la ansiedad en los niños es es desviar la atención a otras cosas. Fomenta que el pequeño pueda escuchar música, enseña al niño a meditar, ves con él a dar un paseo y, en definitiva, alejar las sensaciones negativas de su cabeza. Será complicado al principio, sobre todo si tiene una rabieta, pero en el futuro le vendrá muy bien.

Enseña a tu hijo las consecuencias de actuar sin control

Cuando tu hijo pierde el control sobre sus emociones, hay consecuencias. También cuando lo hace un adulto. Cualquier ejemplo es válido y será lo suficientemente didáctico para hacer ver esto a un niño. Por ejemplo, si el pequeño está enfadado y pega a un compañero, puedes mostrarle que la consecuencia directa, que el otro niño esté llorando, no es buena. Por eso, intenta explicarle que esa emoción puede sobrellevarse mejor con diálogo, o simplemente alejándose del foco del problema para calmarnos y verlo todo con perspectiva.

Enseña a tu hijo el valor del perdón

Hay veces que nos dejamos arrastrar por las emociones y hacemos daño a los demás. Lo mismo sucede con los pequeños. Enfadarnos no sirve de nada. Es mucho mejor hacerles ver que hay que ser consecuente y pedir perdón.

La negociación, un arma potente

Una de las alternativas más claras en las peleas con tus hijos será la negociación. Por un lado, haz ver al pequeño que está comportándose de forma impulsiva, por otro, intenta negociar con él. A través de esa negociación, los niños aprenderán a no sentirse derrotados ni a desplegar toda su ira cuando se les lleva la contraria.

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Mamen Palanca

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad CEU Cardenal Herrera. Amplia experiencia en el campo de la redacción de artículos y reportajes de diferentes temáticas, destacando la psicología. Por este motivo, actualmente continúa su formación académica cursando los estudios de Grado en Psicología por la UNED, motivo por el cuál es una apasionada del campo de desarrollo personal y la gestión emocional.

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