Envejecer es una etapa más dentro de la vida del ser humano. Y siempre que se tengan las condiciones físicas y psíquicas adecuadas, el envejecimiento puede suponer una apasionante oportunidad para disfrutar de todas aquellas cosas que no se han podido hacer durante la juventud.
Tanto si vives en un centro de la tercera edad, como la residencia Allegra, como si has decidido quedarte en casa, descubre una serie de consejos para disfrutar de la vejez. Lo importante es entender y afrontar esta nueva etapa de la vida.
¿Cómo disfrutar de la vejez y entender esta etapa?
Para la gran mayoría de los mortales, envejecer es sinónimo de esperanza y de temor al mismo tiempo. Esperanza por conseguir las metas soñadas, pero todas estas sensaciones se ven a menudo envueltas en la angustia de quedarse a medio camino, de no poder cumplir las metas propuestas.
Por ello, alcanzar la tercera edad puede convertirse en una verdadera barrera para muchas personas. Sin embargo, es importante aprovechar al máximo los últimos años de la vida sin perder la ilusión por vivir cosas nuevas y, sobre todo, sin sentir miedo.
La clave está, básicamente, en saber enfocar la vejez desde una óptica acertada. Es decir, en vez de contemplar esta etapa de la vida como un declive o la etapa previa a la muerte, es esencial comprender que es una etapa más de la vida. De este modo, podrás disfrutar de ella como de cualquier otra etapa vital.
A continuación, te damos una serie de consejos para asumir la vejez y vivir cada momento:
Aceptar la vejez
El paso esencial para llevar bien esta fase de la vida y disfrutarla al máximo es saber asumir que el cumplir años significa tener más limitaciones debido a los años que se van cumpliendo. El entorno de la persona anciana puede ayudar mucho a que esta aprenda a aceptar la edad que tiene. Y, del mismo modo, que sepa disfrutar al máximo las oportunidades que le aporta la vida en esta etapa.
Tener una vejez activa
Pese a que las limitaciones físicas son mucho más evidentes durante la vejez, la persona anciana debe intentar mantener, en la medida de sus posibilidades, una vida activa. La etapa de trabajar y ganarse la vida ya pasó, pero hora se pueden hacer otras muchas actividades no enfocadas a ganar dinero sino, simplemente, a sentirse útil.
Entre estas actividades pueden estar, por ejemplo, el cuidado de los nietos, la colaboración con diversas tareas que le plantee la familia, la realización de pasatiempos o las obras de carácter benéfico y social.
Centrarse en el presente
La actitud de centrarse en el presente y no vivir preocupado por el futuro ayuda a la persona anciana a no tener la muerte como punto único de referencia en su vida. Por ello, centrarse en el presente, sin necesidad de distorsionar la realidad, puede ser una de las mejores actitudes para disfrutar de la tercera edad.
Potenciar los aspectos positivos de la vejez
Una de las cosas más positivas que aporta la vejez a una persona es el grado de experiencia que ha adquirido a lo largo de la vida. A través de todas estas experiencias vitales, la persona anciana tiene ahora una visión mucho más amplia de la vida. Ello le permite ver las cosas desde otra perspectiva más calmada y sosegada.
Por ello, los ancianos que han sabido ir asimilando poco a poco, a medida que cumplen años, el declive propio de la tercera edad, son los ancianos que saben descubrir todos los aspectos positivos de la vejez. Por tanto, están mejor preparados para disfrutar de esta etapa de la vida sin sentimientos de culpa o de tristeza.