La ansiedad es una dolencia más común de lo que parece en la sociedad actual. Y, a menudo, se subestima cuando se padece. Concretamente, nos referimos a la sensación de sentir temor e inquietud constante, lo que puede producir algunos efectos secundarios a nivel físico y puede complicarse cuando se manifiesta y no se pone remedio.
Hoy en día, es posible acudir a un profesional y obtener una medicación adecuada para minimizar su impacto, como se puede encontrar en Farmaciasdirect. De esta manera, se puede mejorar la calidad de vida, el sueño y la capacidad de relajarse.
A continuación, con la ayuda de M.ª Cristina Rodríguez Azcárate, farmacéutica que avala el contenido de este artículo, te mostramos los principales efectos segundarios de la ansiedad.
Los efectos físicos
Pese a que la ansiedad tiene una naturaleza más emocional o mental, permanecer en este estado puede derivar en importantes efectos secundarios físicos.
Los más significativos son la taquicardia, las alteraciones en la alimentación, las palpitaciones, la rigidez o la tensión muscular. Y también se pueden encontrar problemas en la respuesta sexual, sensación de falta de aire, temblores, dificultades para conciliar el sueño u hormigueo.
Los efectos psicológicos
Los efectos psicológicos de la ansiedad pueden ir mucho más allá de esa sensación característica de temor e inquietud constante. Con el paso del tiempo, esto puede dar lugar a una profunda sensación de agobio, ganas de atacar o huir.
Del mismo modo, pueden aparecer sensaciones extrañas, sospechas, desconfianza, dificultad para tomar decisiones y despersonalización. En los casos más agudos, se puede dar el temor a la muerte, al suicidio o caer en la locura.
Efectos en la conducta
Todo lo mencionado tiene una gran incidencia en la conducta diaria de las personas que lo padecen. Se entra en un estado de hipervigilancia constante, en estados de bloqueo mental, surgen complicaciones para permanecer quieto o dificultades motoras.
Además, se puede percibir en la expresión corporal del paciente síntomas de rigidez, tensión en mandíbula y brazos, cambios en el tono habitual de la voz e, incluso, una expresión facial de asombro o de crispación.
El impacto social
El impacto que tiene la ansiedad en la vida social es notable, pues las personas afectadas pueden presentar grandes dificultades para relacionarse con normalidad y seguir una conversación. En este aspecto, destaca la irritabilidad, quedarse en blanco a la hora de interactuar o responder a preguntas directas. También se dan complicaciones para expresar opiniones, afrontar las críticas de los demás y existe un miedo profundo a generar conflictos con otras personas.
Efectos intelectuales
Los despistes pueden aumentar en las personas que padecen ansiedad y se presentan dificultades para concentrarse. También aparece la preocupación en exceso, la obsesión en los pensamientos, la tendencia a recrearse en las cosas más negativas o centrarse en los recuerdos desagradables.
Cabe destacar que cada persona manifiesta los efectos secundarios de una forma diferente y no todos los afectados tienen exactamente la misma sintomatología. Para mejorar la situación, es conveniente visitar a un especialista, hacer ejercicios de relajación y ayudarse con productos destinados a mejorar el descanso. Y es que, la evolución puede ser más próspera si se atiende el problema con rapidez.