Si eres de los que siempre suele asumir la responsabilidad de los demás, o te preocupas excesivamente por ayudar a las personas que tienes en tu entorno, es probable que seas víctima del síndrome del salvador, aquel que siempre quiere ayudar a los demás o arreglarlo todo. ¿Te suena esto? ¡Sigue leyendo porque te interesa!
El síndrome del salvador
En la especie humana, el hecho de hacer cosas por los demás y luchar por proteger al grupo es una necesidad vital, un instinto propio de nuestra naturaleza que nos viene dado de forma innata.
Sin embargo, existe una enorme diferencia entre el deseo de querer ayudar a las personas que tenemos en nuestro entorno más cercano, y la obsesión por querer ayudar siempre a los demás, en cualquier contexto o bajo cualquier circunstancia.
Esta forma de relación, que se basa en un apoyo constante y unilateral por parte de una persona hacia las demás, es recogido en los manuales de psicología como el síndrome del salvador y, aunque suele aparecer en mayor medida en las relaciones de pareja, también puede darse en otro tipo de relaciones, sobre todo, en las paterno-filiales.
¿Cómo son las personas que buscan ayudar siempre a otros?
Las personas que padecen el síndrome del salvador asumen como propia la responsabilidad de ayudar a los demás de una forma constante e incesante, hasta tal punto llega esta tarea, que suelen olvidar sus propias necesidades en virtud de conseguir el bienestar de la otra persona.
Por lo tanto, el perfil de las personas que padecen este síndrome que les lleva a proteger siempre a los demás, es el de personas bastante controladoras, en las que su forma de vivir se basa, únicamente, en solucionar los problemas del otro.
Las personas controladoras con síndrome del salvador tienen la necesidad de sentirse siempre imprescindibles para el resto, ya que esto es lo que les da un verdadero sentido a su existencia. Pero cuando no consiguen su objetivo de ayudar en todo lo que pueden a los demás, estas personas se sienten muy frustradas, perdidas en la vida, incluso, menospreciadas o poco valoradas por su entorno más cercano.
¿Cuáles son los problemas que presenta esta personalidad?
Aunque el síndrome del salvador perjudica tanto a la persona que lo padece (el salvador) como a las personas que están a su alrededor (sus salvados), suele ser el primero quien verdaderamente sufre sus consecuencias.
Entre los principales problemas que presenta este tipo de personalidad para el salvador destaca, sobre todo, la imposibilidad de realizarse como persona, ya que al volcar su atención al completo sobre los demás, gasta toda su energía en ayudar al otro, olvidándose de sí mismo.
Asimismo, por otro lado, cuando la persona salvada manifiesta que no le gusta la dependencia del salvador, éste puede llegar a sentirse muy inseguro, deprimirse, incluso, puede que termine por romper su relación con el salvado, porque éste ya no le necesita.
¿Se puede revertir esta conducta?
La respuesta a esta pregunta es un claro y contundente sí. Las personas que sufren el síndrome del salvador pueden superar esta conducta, siempre y cuando, pongan mucho de su parte y, sobre todo, cuando sean capaces de tomar verdadera conciencia de la máscara que están utilizando.
Asimismo para revertir esta conducta, es necesario que el salvador tenga el firme deseo de acabar con este juego que le lleva a preocuparse tanto por los demás, pero también deberá hacerse consciente del malestar que sufre el otro ante la imposibilidad de tomar sus propias decisiones.
Otro consejo para superar la conducta salvadora es aprender a amar a los demás y aceptarlos tal y como son, y también aprender a amarse más a uno mismo.